Atrás ¿Imprimiremos medicamentos? La controversia del fármaco 3D

¿Imprimiremos medicamentos? La controversia del fármaco 3D

En el Hospital de Vall d'Hebron han comenzado con un ensayo clínico para administrar el primer fármaco impreso en 3D en Europa en el ámbito pediátrico.

La impresión de medicamentos 3D ya es una realidad.

Escrito porRedacción MF

Publicado: 09 febrero 2023

La impresión 3D de medicamentos ya es una realidad. En el Hospital de Vall d'Hebron han comenzado con un ensayo clínico para administrar el primer medicamento impreso en 3D. Se trataría del primer caso en Europa en el ámbito pediátrico. Esta tecnología imprime el fármaco, diseñado previamente mediante ordenador, capa por capa junto al principio activo. El resultado, una “falsa” gominola lista para ser ingerida.

Esta nueva forma de fabricación de fármaco podría facilitar la adherencia a los tratamientos, según indica la investigadora principal del ensayo, María Josep Cabañas a Mundo Farmacéutico. Sin embargo, esta modalidad de producción se enfrenta a dos grandes retos. Por un lado, la dificultad de preparar la “tinta” de impresión y, por otro, conseguir que se pueda establecer a gran escala.


El medicamento 3D tiene consistencia semisólida

“El ensayo clínico incluye pacientes de 6 a 18 años de edad con enfermedades crónicas que deben ser medicados diariamente”, explica Cabañas. “Son comprimidos con consistencia semisólida que se pueden masticar”, detalla, en referencia a que el fármaco impreso tiene una forma parecida al de una chuchería. El medicamento, además, no necesita refrigeración ya que se mantiene en buenas condiciones a temperatura ambiente.

En palabras de la experta, la impresión de estos fármacos es fácil y rápida, pero lo verdaderamente complicado en ellos es elaborar la tinta que contiene el principio activo. El medicamento, según explica, debe de pasar estudios de estabilidad muy exhaustivos y los investigadores deben comprobar continuamente que no existe interacción con el resto de excipientes, entre otros aspectos.


Con el medicamento 3D se administraría la dosis exacta

Entre las ventajas, con el medicamento 3D podrían evitarse errores en la administración. “Con la nueva formulación, estos comprimidos tienen la dosis exacta de toma del paciente”, apunta Cabañas.

También ayudaría a favorecer la adherencia al tratamiento. De hecho, en este ensayo clínico se elaborarán las dosis con diferentes sabores y colores para así conseguir “la forma óptima y que más le guste al paciente”. Incluso, en el futuro, se podría ayudar a los pacientes polimedicados. En estos casos, toda la medicación diaria se unificaría en tan sólo una única pastilla.


“Se tienen que tomar las mismas consideraciones que con el resto de medicación”

Uno de los aspectos que la experta considera importante recalcar es que, aunque parezca una gominola, sigue siendo un medicamento. “Se tienen que tomar las mismas consideraciones que con el resto de medicación”, asevera. Y, por lo tanto, “no puede estar al alcance de los niños y no se puede identificar con un premio la gominola”. “Lo único que intentamos es disfrazar ese medicamento y que sea mejor aceptado por el niño, pero esto sigue siendo un medicamento”.


Fabricar medicamentos en 3D es más caro

Tal y como explica la doctora Dolores Serrano, del departamento de Farmacia Galénica y Tecnología Alimentaria de la Facultad de Farmacia Universidad Complutense de Madrid, la impresión 3D de fármacos no podría utilizarse para los fármacos de manera general porque esto no sería rentable.

“Fabricar medicamentos 3D es muy caro en comparación a los medicamentos comerciales” explica a Mundo Farmacéutico. En sus palabras, sí habrá futuro para los fármacos 3D. Eso sí, estos serán utilizados o bien en patologías muy puntuales o en terapias personalizadas que tienen un coste elevado. Por ejemplo, en el implante de una prótesis. “Eso actualmente cuesta mucho dinero, hacerlo por impresión 3D supondría un ahorro”. 

Así, concluye que “los medicamentos 3D no van a sustituir a la fabricación masiva de fármacos” porque su producción es “muy lenta”. Si con la fabricación estandarizada, se pueden llegar a producir miles de fármacos en una hora, en cambio, con la impresión 3D tan sólo se conseguirían unas 100 o 200 unidades.