Atrás Inteligencia Artificial en la salud, avances y dudas éticas

Inteligencia Artificial en la salud, avances y dudas éticas

La Inteligencia Artificial se ha hecho su hueco en el mundo sanitario, pero se enfrenta al debate ético sobre los datos recopilados de los pacientes y si estos deben estar al servicio de las compañías

La Inteligencia Artificial y sus debates éticos

Escrito porRedacción MF

Cuando la Inteligencia Artificial (IA) llegó al mundo en 1956 se puso en duda si al final tendría o no una larga vida en nuestra sociedad. Pero uno de los padres de esta ciencia, Marvin Minsky, ya lo veía venir, asegurando que con el paso del tiempo “se llegarían a crear máquinas al menos igual de inteligentes que los seres humanos”. Ahora que la Inteligencia Artificial ya ha alcanzado al mundo terrenal, se abren debates éticos sobre su uso, incluido el sanitario.

Esta ciencia, compuesta por una serie de algoritmos entrenados por el ser humano para que las máquinas puedan tomar decisiones por ellas mismas, ya ha demostrado sus habilidades en diversos campos. En el de ventas digitales, en el jurídico, periodístico, armamentístico y, como no podía ser de otra manera, en el de la salud.

Los nuevos algoritmos muestran avances para la prevención del cáncer de cérvix, entre otros

En las últimas décadas, la IA aplicada en la sanidad ha traído consigo grandes descubrimientos. Como nuevos algoritmos que pueden ayudar a contribuir en la prevención del cáncer de cérvix, el diagnóstico precoz del cáncer de útero, próstata o piel e incluso ayudar en la identificación del Virus del Papiloma Humano (VPH).

Otro ejemplo es en la creación de un algoritmo de IA capaz de diagnosticar cánceres de mama durante las propias biopsias mamarias. Con los distintos softwares que utiliza ya habría podido predecir correctamente el desarrollo del cáncer de mama en el 87% de los casos analizados, interpretando también el 77% de los casos no cancerosos. 

El algoritmo bautizado como Galen Breast permite definir, entre otros, el avance de la enfermedad, comparando las células cancerosas con las normales. Además, también se han visto avances en mejorar el diagnóstico de pacientes con demencia y quienes hayan sufrido ictus o daños cerebrales.  

El debate ético sobre la Inteligencia Artificial, entre la salud y la privacidad

Pese a todos estos avances, la IA conlleva una serie de riesgos y desafíos que pueden desembocar en un resultado negativo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de los riesgos existentes de la IA en cuanto a la salud y privacidad se refiere. Entre ellos, alerta que podrían usarse los datos recopilados con objetivos dudosos, subordinando así los derechos e intereses de los pacientes y las comunidades a los intereses comerciales de las empresas tecnológicas.

Es decir, podrían aprovechar los datos de los pacientes para el propio beneficio de las empresas. Como la OMS afirma “los gobiernos, los proveedores y los diseñadores deben trabajar conjuntamente para abordar las preocupaciones éticas y de derechos humanos en cada etapa de la concepción, desarrollo y despliegue de una tecnología basada en la IA”. 

A ello se añaden los posibles diagnósticos erróneos que se hagan con la IA, tal y como explica a Mundo Farmacéutico María del Carmen Martínez Rincón, profesora de la Universidad Complutense de Madrid e investigadora del Instituto de Investigación Sanitaria Hospital Clínico San Carlos (IDISSC). “Los avances en este campo son muy rápidos y la legislación existente no contempla ciertos problemas éticos que traerán el uso de estas herramientas”, explica. “Estas toman datos para concluir diagnósticos, por ejemplo, si faltan datos o no son adecuados, pero podrían darse diagnósticos erróneos”, concluye.