Manicura en casa: rutina para unas uñas fuertes y sanas

Nuestras manos son una herramienta fundamental en nuestro día a día y, a menudo, las descuidamos. Hacer la manicura en casa no solo nos ayuda a mantener unas manos hidratadas y unas uñas fuertes, sino que también nos permite una dosis de cuidado personal ahorrando tiempo y dinero.

A menudo, podemos encontrarnos con pacientes que quieran realizarse la manicura en casa, pero no sepan muy bien por dónde empezar o qué pasos seguir para optimizar sus resultados. Como farmacéuticos, podemos informarles sobre una rutina de cuidado adecuada para uñas y manos, no sin antes recordar la importancia de la constancia. Una manicura regular no solo mejorará la apariencia de nuestras manos, sino que también ayudaá a prevenir problemas como uñas encarnadas o quebradizas e, incluso, hongos e infecciones.

Recomendaciones para una manicura en casa

El primer paso para realizar una manicura en casa es hacerse con productos de calidad que hidraten y protejan tanto las uñas como las manos. Una vez dispongamos de los utensilios necesarios, podemos seguir las siguientes recomendaciones: 

• Limpieza profunda: Mantener las uñas secas y limpias evitará la proliferación de bacterias, que podrían causar infecciones. Incluir la eliminación de los residuos acumulados bajo las uñas en nuestra rutina o utilizar guantes de goma a la hora de realizar las tareas domésticas pueden ser dos buenas formas de mantenerlas protegidas.
• Corte y limado adecuado: Este paso no solo da una forma estética, sino que también evita que las uñas se rompan o astillen de forma dolorosa.
• Cuidado de las cutículas: Las cutículas funcionan como una barrera protectora natural para las uñas, por lo que cuidarlas resulta esencial para prevenir problemas como inflamaciones o infecciones. Para retirar la piel muerta, deberemos utilizar un quitacutículas, siempre con suavidad y en la misma dirección, desde la parte superior de la uña hasta el final de la base para, posteriormente, ayudarnos con el alicate para uñas si fuera necesario.
• Hidratación de la piel: La piel de las manos está continuamente expuesta al uso de productos agresivos, la exposición al sol o simplemente el paso del tiempo, por lo que es especialmente propensa a resecarse. Para ello, hidratar nuestras manos con frecuencia, y también las uñas para evitar que se endurezcan, es fundamental.
• Retirar el esmalte: Para este paso deberemos escoger un algodón y quitaesmalte de calidad y libres de acetona, que además de cumplir con su objetivo de forma más eficaz evitará que las uñas amarilleen. El método adecuado para retirarlo es a toques suaves sobre la uña, sin arrastrar.
• Protección extra con endurecedor: Con productos fortalecedores y el cuidado adecuado, las uñas se vuelven más resistentes y menos propensas a romperse.

En definitiva, una manicura en casa adecuada debe pasar siempre por la elección de buenos productos, una rutina continuada en el tiempo y un ejercicio de observación constante que nos permita detectar las necesidades de nuestras uñas y manos. Además, realizarlo desde una perspectiva de autocuidado nos ayudará a hacer la tarea más fácil y apetecible.