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Psoriasis: el papel esencial del farmacéutico en el apoyo y seguimiento de los pacientes

La psoriasis es una enfermedad crónica que afecta piel, uñas y articulaciones, causando molestias físicas y emocionales que impactan la calidad de vida. Así puede ayudar la farmacia en su abordaje.

Mujer con psoriasis en la mano

Escrito porRedacción MF

Publicado: 30 octubre 2024

La psoriasis, es una afección crónica que se manifiesta con manchas rojas y escamosas en la piel, provocando picor, ardor y molestias físicas. Además de sus síntomas visibles, la psoriasis puede ser incapacitante, ya que muchas personas que la padecen se enfrentan a desafíos no solo físicos, sino también emocionales y sociales. 

Los síntomas de la psoriasis son variados y pueden manifestarse de diferentes maneras. Las lesiones en la piel suelen localizarse en áreas como los codos, rodillas, cuero cabelludo y la parte baja de la espalda. Además de ser visibles, estas lesiones pueden causar picor intenso y ardor, lo que a menudo lleva a los pacientes a rascarse, aumentando la inflamación y el riesgo de sangrado.

El 29 de octubre, se conmemora el Día Mundial de la Psoriasis, este año 2024 la Federación Internacional de Asociaciones de Enfermedades Psoriásicas (IFPA) ha fijado como lema “De la Conciencia a la Acción”, para aumentar la sensibilidad sobre esta enfermedad cutánea que afecta al menos a 60 millones de personas en todo el mundo.

Mejoras y cuidados de la enfermedad

Mantener la piel hidratada es un aspecto clave para evitar los brotes, ya que el uso de cremas hidratantes puede aliviar el picor y reducir la descamación. Identificar y evitar los factores desencadenantes también juega un papel importante. Estrés, alcohol y ciertos alimentos pueden provocar brotes, por lo que reconocer estos estímulos y evitarlos es esencial para controlar la enfermedad.

Adoptar un estilo de vida saludable, que incluya una alimentación equilibrada y actividad física regular, puede tener un impacto positivo en el bienestar general y en la gravedad de los síntomas.

El papel del farmacéutico en el abordaje de la psoriasis

Los farmacéuticos tienen un papel muy importante en el manejo de la psoriasis, ya que son profesionales accesibles para los pacientes y pueden ofrecer orientación práctica sobre el manejo de la enfermedad y el uso adecuado de tratamientos. Gracias a su conocimiento, el farmacéutico puede ser un gran apoyo, ayudando tanto en el alivio de los síntomas como en la educación y la reducción del estigma asociado a esta condición. Estos son algunos consejos que el farmacéutico puede ofrecer a los pacientes con psoriasis:

  • Uso adecuado de tratamientos tópicos: Muchos tratamientos para la psoriasis incluyen corticosteroides y otros agentes tópicos, como cremas o pomadas. El farmacéutico puede orientar al paciente sobre cómo y cuándo aplicarlos para maximizar su efectividad y minimizar efectos secundarios. Además, pueden asesorar en la importancia de seguir las indicaciones médicas y no interrumpir los tratamientos sin consulta previa.
  • Importancia de la hidratación de la piel: Mantener la piel bien hidratada es crucial para reducir la descamación y aliviar el picor. El farmacéutico puede recomendar cremas y lociones humectantes adecuadas, preferiblemente sin fragancias ni irritantes, que ayuden a proteger la barrera cutánea y evitar brotes.
  • Identificación y manejo de desencadenantes: como ya hemos dicho, actores como el estrés, el consumo de alcohol y ciertos alimentos pueden agravar los síntomas de la psoriasis. El farmacéutico puede ayudar al paciente a identificar estos factores y sugerir estrategias para reducir su impacto, como técnicas de manejo del estrés o cambios en la dieta.
  • Asesoramiento sobre cambios en el estilo de vida: Llevar una vida saludable es esencial en el manejo de la psoriasis. Mantener una dieta equilibrada y realizar ejercicio físico de manera frecuente pueden mejorar la condición de la piel y el bienestar general. Los farmacéuticos pueden orientar a los pacientes sobre hábitos que favorezcan la salud, siempre de acuerdo con sus necesidades individuales.
  • Información sobre el uso de medicamentos orales o inyectables: En casos de psoriasis moderada a severa, los pacientes pueden requerir tratamientos sistémicos, como inmunosupresores o biológicos. El farmacéutico puede explicar el uso adecuado de estos medicamentos, informar sobre posibles efectos secundarios y recordar al paciente la importancia de las revisiones médicas periódicas.
  • Mejorar la adherencia al tratamiento: La psoriasis es una enfermedad crónica, por lo que muchos pacientes pueden experimentar frustración y falta de motivación para seguir su tratamiento. El farmacéutico, puede apoyar en este aspecto, ofreciendo seguimiento y recordatorios sobre la importancia de la continuidad para mantener la eficacia de los tratamientos.
  • Educación y apoyo emocional: La psoriasis puede afectar emocionalmente a quienes la padecen, provocando ansiedad o baja autoestima, especialmente por la visibilidad de las lesiones en la piel. En este sentido, el farmacéutico puede actuar como un aliado empático, promoviendo una visión realista de la enfermedad y apoyando en la reducción del estigma. Además, es valioso que el farmacéutico oriente al paciente sobre la existencia de asociaciones y recursos de apoyo, donde pueden compartir experiencias y recibir ayuda psicológica.