Fotoprotección oral para multiplicar la resistencia al sol
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Fotoprotección oral para multiplicar la resistencia al sol
Más allá de las cremas solares, la fotoprotección oral se posiciona como una estrategia complementaria eficaz para reforzar las defensas cutáneas frente a la radiación ultravioleta.

Escrito porRedacción MF
Publicado: 10 julio 2025
La fotoprotección oral consiste en el uso de suplementos nutricionales que ayudan a proteger la piel frente a los efectos nocivos del sol. Esta forma de protección no reemplaza a los fotoprotectores tópicos, pero sí actúa como un complemento que refuerza las defensas naturales de la piel desde el interior del organismo.
La creciente preocupación por el envejecimiento prematuro, las manchas solares y el cáncer de piel ha impulsado la demanda de protectores solares. En este contexto, la fotoprotección oral es una opción que, aún siendo poco conocida, puede ser una gran aliada para prevenir el daño solar en combinación con nuestra crema habitual.
Fotoprotección oral vs. crema solar ¿en qué se diferencian
Aunque comparten el objetivo común de proteger la piel frente al daño solar, la fotoprotección tópica y la fotoprotección oral actúan por vías diferentes y tienen funciones complementarias:
- Modo de acción: La fotoprotección tópica funciona como una barrera física o química que refleja o absorbe los rayos ultravioleta (UV) directamente sobre la piel. En cambio, la fotoprotección oral actúa desde el interior del organismo, a través de una acción sistémica que reduce el estrés oxidativo y el daño celular provocado por la radiación solar.
- Frecuencia de uso: Mientras que los protectores solares tópicos ofrecen una protección inmediata una vez aplicados correctamente, los suplementos orales requieren un período de uso continuado, generalmente entre una y dos semanas, para empezar a beneficiarnos de sus efectos.
- Duración: Los fotoprotectores tópicos suelen ser efectivos durante 2 a 4 horas, por lo que necesitan reaplicación frecuente. La fotoprotección oral proporciona una protección prolongada siempre que se mantenga la ingesta diaria constante.
- Cobertura: La protección tópica está limitada a las zonas donde se aplica la crema o loción. En cambio, la fotoprotección oral ofrece una cobertura corporal completa, incluyendo áreas de difícil acceso o aplicación, como el cuero cabelludo o zonas del cuerpo poco visibles.
- Protección frente a diferentes tipos de radiación: Los fotoprotectores tópicos protegen principalmente frente a los rayos UVB y UVA, dependiendo del factor de protección solar (SPF) y el espectro que cubran. La fotoprotección oral, gracias a su acción antioxidante y antiinflamatoria, también defiende la piel de la radiación infrarroja y la luz visible de alta energía.
- Prevención de pigmentaciones: La protección tópica ofrece una eficacia moderada en la prevención de manchas solares, condicionada por el tipo de filtro utilizado. En cambio, la fotoprotección oral ha demostrado una alta eficacia en la prevención y mejora del melasma y otras hiperpigmentaciones, gracias a su capacidad para modular procesos inflamatorios y oxidativos.
Cómo aplicarla
Las cápsulas de fotoprotección deben tomarse, al menos, media hora antes de la exposición solar. Aún así, comenzar 15 días antes del primer contacto con el sol será lo idóneo para una piel sana, aunque está indicado para tomar todo el año, sin necesidad de realizar descansos. Todo ello, sin olvidar que la supervisión de un dermatólogo especialista evaluará las condiciones específicas de cada paciente y que, en ningún caso debe sustituir la fotoprotección tópica.
¿A quién se recomienda la fotoprotección oral?
Aunque no existen contraindicaciones para beneficiarse de estos suplementos, están especialmente recomendados para:
- Pacientes con fotosensibilidad o antecedentes de cáncer de piel.
- Personas con melasma o hiperpigmentaciones.
- Individuos con piel clara o condiciones dermatológicas como rosácea.
- Aquellos expuestos de forma prolongada al sol, ya sea por motivos laborales o recreativos.
- Evidencia clínica.
En este contexto, el farmacéutico también tiene un papel clave a la hora de identificar a posibles pacientes que requieran de este beneficio adicional para la protección de la piel frente al daño solar. A raíz de su evaluación y observación, puede recomendar la incorporación de estos suplementos como parte de una rutina de protección solar más completa, adaptada a las necesidades específicas de cada paciente.