Pablo Silvestre: “Deberíamos disponer del historial farmacoterapéutico de los pacientes”

P: Aunque recientemente hayas sido nombrado como nuevo presidente del COF Albacete, tienes un recorrido con la Institución de más de diez años a tus espaldas, ¿Cómo ha sido  tu experiencia en las anteriores etapas?

Comencé mi trabajo en la Junta de gobierno en el año 2011 siendo tesorero de la Junta presidida por Rosa López-Torres. 

Mi comienzo vino marcado por el retraso en el pago por parte del SESCAM, una época muy dura. Luego trabajamos activamente en el despliegue e implantación de la receta electrónica en CCM, fueron años de mucho trabajo. 

Posteriormente, en el año 2015 pasé a ser secretario de la junta de gobierno presidida por José Javier Martínez Morcillo, durante sus dos legislaturas. En este tiempo trabajamos en seguir perfeccionando la receta electrónica, como se hizo con la integración del visado, apostando por los servicios profesionales, así como en el acuerdo materializado con la Diputación de Albacete con el SPD.

P: ¿Cuáles serían los objetivos principales de esta nueva etapa?

Desde la Junta de gobiernos tenemos claro que el futuro de la profesión, en particular del farmacéutico de la oficina de farmacia, pasa por conseguir el reconocimiento de farmacéutico como lo que es un agente de salud, que se integre dentro del sistema sanitario, para lo cual deberíamos conseguir disponer del historial farmacoterapéutico de los pacientes. 

Apostar, también, por una formación continua que permita un mejor desarrollo e implantación de servicios profesionales que vayan encaminados a una mejor calidad de vida de la población. 

Además, como colegio nos integramos en el COFCAM, donde los cinco colegios de Castilla - La Mancha trabajaremos por el gran problema del medio rural, que en nuestra región es importante, para el desarrollo atención domiciliaria en áreas rurales, dispensación de DH, en la regulación de socio-sanitarios, así como en el desarrollo de diferentes servicios entre los que se encuentra el SPD (Sistema Personalizado de Dosificación) para la mejora de la adherencia de los pacientes a sus tratamientos.

P: ¿Cómo consideras que pueden desarrollar estos objetivos?

Todo desarrollo de servicios lleva aparejada una formación continua, fundamental para el desarrollo de servicios de calidad. Ese será uno de nuestros principales retos el acercar al farmacéutico las herramientas necesarias para la implantación de servicios.

P: ¿Qué medidas buscan de cara a mejorar la relación entre farmacia-paciente?

Para mejorar esta relación lo mejor es atender sus necesidades, las cuales están en un cambio constante, y para ello el farmacéutico debe instruirse y estar abierto al cambio, con el fin de adaptarse y poder dar soluciones a estas nuevas demandas.

P: Sobre el convenio de colaboración suscrito con la Diputación Provincial sobre la Adherencia Terapéutica, ¿cuáles son sus claves? Y ¿cómo está funcionando este proyecto en las distintas localidades?

La clave fundamental es mejorar la adherencia a los tratamientos lo que al final redunda en mejorar la calidad de vida de los pacientes. 

La colaboración consiste en atender desde la oficina de farmacia a población con unas características concretas (polimedicados , personas mayores de 80 años o 65 años con tratamiento complejo, que necesiten asistencia domiciliaria) controlando sus tratamientos a través del SDP, que llevará a una mejor calidad de vida.

Actualmente estamos actuando en 31 pueblos de los cuales 21 tienen menos de 600 habitantes, atendiendo a un total de 247 pacientes. 

P: Con una provincia principalmente rural, ¿a qué desafíos se enfrenta la farmacia de Albacete y qué medidas de mejora buscan implementar? 
En el ámbito rural, nuestro principal objetivo es llevar a cabo todas las acciones y proyectos posibles para mejorar las condiciones laborales y asistenciales de la farmacia rural, con el fin de asegurar su viabilidad y supervivencia, para el bien de la misma, pero sobre todo, con el objetivo final de que no se produzca un menoscabo en los derechos de la población rural y por tanto, se mantenga el derecho de recibir una asistencia farmacéutica adecuada y de igual calidad asistencial que el resto de la población, indistintamente de donde viva.

P: Por otro lado, ¿cuál es la situación actual entre la farmacia comunitaria y la farmacia hospitalaria? 

La relación es buena lo que pasa que siempre ha ido en paralelo y creo que es ahí donde debería cambiar. No debería ser una actividad en paralelo si no continua, 

Debemos trabajar para conseguir que la farmacia comunitaria sea una continuidad de trabajo de la farmacia hospitalaria para el control y la adherencia, así como la conciliación del tratamiento del paciente una vez que abandona el hospital.

P: Para finalizar, ¿qué rumbo consideras que debe tomar la farmacia comunitaria del futuro? 

La farmacia se debe adaptar a las necesidades de la sociedad, la cual nos demanda una farmacia más asistencial para solucionar sus problemas de salud lo cual nos debería llevar a la integración en los sistemas nacionales de salud, ya que esto no es una demanda de los farmacéuticos sino de la sociedad para mejorar su calidad de vida.