Atrás El impacto de las pantallas en los niños: una generación con habilidades motoras en retroceso

El impacto de las pantallas en los niños: una generación con habilidades motoras en retroceso

El exceso de tiempo frente a las pantallas limita el desarrollo físico y cognitivo en los niños.

El impacto de las pantallas en los niños: una generación con habilidades motoras en retroceso

Escrito porRedacción MF

Publicado: 17 febrero 2025

Cada vez más educadores perciben un preocupante retroceso en las habilidades motoras de los niños. De esta forma, los alumnos presentan mayores dificultades en tareas que antes dominaban sin problemas como, por ejemplo, cerrar una cremallera o pasar las páginas de un libro.

Según una encuesta realizada en Estados Unidos, más del 75% de los docentes afirma que los estudiantes actuales tienen más complicaciones al utilizar herramientas básicas como lápices o tijeras. Además, un 69% reporta que los niños tienen más problemas para realizar tareas como atarse los zapatos en comparación con años anteriores. Los expertos atribuyen esta tendencia a una combinación de factores, donde el aumento en el uso de dispositivos electrónicos desempeña un papel clave.

El tiempo de juego al aire libre, crucial para desarrollar tanto la motricidad fina como gruesa, ha disminuido significativamente. Actualmente, muchos niños pasan largas horas delante de las pantallas, lo que afecta no solo sus habilidades manuales, sino también su capacidad de concentración. Las actividades digitales suelen simplificar tareas que, en la vida real, exigen un mayor esfuerzo.

Efectos de la pandemia

La pandemia también agravó este problema. Un estudio reveló que los bebés nacidos durante el primer año de la crisis sanitaria mostraban un desarrollo motor ligeramente más lento a los seis meses de edad en comparación con los nacidos antes. Factores como el estrés prenatal o la falta de estimulación en entornos cerrados pudieron contribuir a este retraso. Sin embargo, Steven Barnett, del Instituto Nacional de Investigación en Educación Temprana de la Universidad de Rutgers (Estados Unidos), sostiene que el problema es más antiguo y que la pandemia simplemente lo aceleró.

Los cambios en los hábitos familiares también tienen influencia. Las rutinas más prácticas y rápidas eliminan momentos de aprendizaje donde los niños solían ejercitar su coordinación y destreza. Además, los juguetes actuales suelen ser más sencillos, como las piezas magnéticas que se encajan con facilidad, en comparación con los rompecabezas o bloques tradicionales que requerían más paciencia y precisión.

Otra investigación analizó el impacto del Covid-19 en la capacidad de atención de los niños de atención primaria. Más de 8 de cada 10 profesores señalaban que el nivel de atención de los alumnos había empeorado desde el final de la pandemia y el 85% pensaba que los efectos de las redes sociales afectaban negativamente a la atención de los niños.

Para revertir esta tendencia, es importante que los padres incentiven actividades manuales en la vida diaria como cocinar, recortar figuras o recolectar objetos durante los paseos. Además, es fundamental establecer límites claros al uso de pantallas, ya que estas suelen dificultar la participación en actividades prácticas. Al enfocar el aprendizaje en experiencias físicas, los niños pueden recuperar habilidades esenciales para su desarrollo.