La importancia del uso de órtesis durante el ejercicio

Cuando hablamos de órtesis hacemos referencia a una serie de dispositivos ortopédicos que sostienen o corrigen deformaciones y ayudan a mejorar la funcionalidad de nuestro aparato locomotor, como pueden ser muñequeras, rodilleras o plantillas ortopédicas entre muchas otras. 

Aunque exista la tendencia de relacionar esta categoría con personas mayores, las cuales sufren un mayor deterioro de musculatura y huesos, también es recomendable para aquellas personas que realicen deporte de manera regular, con el objetivo de evitar lesiones o el empeoramiento de articulaciones afectadas por alguna dolencia anterior. 

Con la práctica de ejercicio físico podemos desarrollar una serie de lesiones bastante comunes, ya que algunas de ellas pueden surgir por un mal movimiento o una mala pisada. El uso de órtesis nos puede ayudar tanto a prevenir estas lesiones como a mejorar nuestro rendimiento, tanto si padecemos alguna como si no.

• Esguinces de tobillo. Podemos desarrollarla con una mala pisada que desemboque en torcedura o inflamación. Es recomendable utilizar una tobillera que dé soporte y estabilidad al tobillo.
• Condropatías rotulianas. Esto surge por el desgaste del cartílago de la rótula, producido por los movimientos repetitivos que realizamos al correr o montar en bici y que van creando microtraumatismos. Es importante detectar si nuestra rodilla cumple con estos factores de riesgo para prevenir la lesión. Utilizar una rodillera con centraje de rótula, en caso de padecer desviación de la articulación, nos ayuda a prevenir.
• Roturas de fibras musculares. La podemos evitar con un correcto estiramiento y calentamiento de los músculos aunque los expertos recomiendan utilizar una media de compresión para aliviar el dolor. Las musleras y pantorrilleras de diferentes tejidos, material elástico o neopreno nos ayudarán a aliviar el dolor producido por el desgarro muscular.
• Fascitis plantar. Es la inflamación de la planta del pie, muy habitual en corredores, que se suele producir tras el impacto repetitivo. Se recomienda utilizar un calzado adecuado, así como plantillas especializadas.