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Tendinitis Rotuliana: causas, síntomas y tratamientos

También conocida como tendinopatía rotuliana o rodilla del saltador, este tipo de lesión es más común de lo que pensamos y se caracteriza por causar dolor y limitar el movimiento. Te contamos sus causas y cómo puedes prevenirla. 

Tendinitis Rotuliana: causas, síntomas y tratamientos

Escrito porRedacción MF

Publicado: 12 febrero 2024

La tendinitis rotuliana afecta principalmente al tendón que conecta la rótula con la tibia. Esta condición puede ser debilitante, causando dolor y limitando la capacidad de movimiento en la rodilla. Conseguir que nuestros pacientes entiendan las causas y sean capaces de detectar los síntomas es crucial para que mejoren de forma efectiva.

¿Qué provoca la tendinitis rotuliana?

Generalmente se desarrolla debido a una combinación de factores, especialmente con el sobreuso, que puede darse en actividades que implican saltos repetitivos o flexión constante de la rodilla, como correr, saltar o practicar deportes como el baloncesto o el voleibol, puede desencadenar esta condición. 

Además, la mala técnica deportiva, el calzado inadecuado, el exceso de peso corporal y el desequilibrio muscular también pueden contribuir al desarrollo de esta afección. 

¿Cuáles son sus síntomas?

Los síntomas de la tendinitis rotuliana pueden variar en gravedad y pueden incluir dolor en la parte frontal de la rodilla, especialmente al flexionar o estirar la pierna, inflamación alrededor de la rótula, sensibilidad al tacto y rigidez después de periodos de inactividad prolongada. 

En casos más graves, el dolor puede ser constante y limitar significativamente la capacidad de realizar actividades físicas comunes como caminar.

¿Cómo se trata esta tendinitis?

Por lo normal, la mejor manera de tratar una tendinitis es mediante el reposo, la aplicación de hielo, la elevación de la pierna afectada y el uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroides para controlar el dolor y la inflamación.

Los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento dirigidos a los músculos que rodean la rodilla pueden ayudar a mejorar la estabilidad y reducir la tensión sobre la zona afectada.

En casos más graves o persistentes será necesario acudir a un especialista que nos recomiende el tratamiento más eficaz.

¿Qué podemos hacer para evitar lesionarnos?

Para ello debemos seguir algunas pautas simples como, por ejemplo:

  • Calentar antes de la actividad física.
  • Usar un calzado adecuado y plantillas en caso de ser necesario.
  • Evitar aumentar la intensidad o la duración del ejercicio.
  • Mantener una buena técnica de entrenamiento.
  • Fortalecer los músculos de las piernas.
  • Mantener un peso correcto y saludable.