Cuidado con los parásitos externos

No es un secreto que cada vez los veranos son más largos. El cambio climático ha provocado un aumento de las temperaturas, lo que favorece que la vida de los parásitos se prolongue. Sin embargo, más del 50% de los animales domésticos no están protegidos contra ellos.

Parásitos a los que se expone tu mascota

• Pulgas. Son los parásitos más frecuentes, especialmente en perros y gatos. No solo les causa un picor intenso, sino que estos insectos llegan a poner hasta 50 huevos al día. Además, las viviendas comunes mantienen su temperatura media durante todo el año, creando un ambiente excepcional para estos parásitos en todas las épocas. Por eso es necesario frenar esto antes de que prolifere en nuestros hogares.
• Ácaros. Los ácaros se dedican a cavar túneles por debajo de la piel, donde dejan sus huevos y los cuales no salen a la superficie hasta que eclosionan. Esta enfermedad se conoce como sarna y se caracteriza por sus sarpullidos, irritación e hinchazón de la piel. Además, los ácaros saltan fácilmente de mascotas a humanos, haciendo que la sarna sea fácilmente transmisible.
• Mosquitos y flebotomos. Tendemos a pensar que los mosquitos sólo son causantes de pequeñas y molestas picaduras, pero que éstas se van a los pocos días. Sin embargo, un mosquito infectado puede transmitir enfermedades crónicas como la Leishmaniosis. Una afección que, de no ser tratada a tiempo, puede llegar a ocasionar hasta la muerte de nuestra mascota.
• Garrapatas. Éstas pueden transmitir otro tipo de microorganismos tanto a perros y gatos, como a personas. Dicha transmisión en ocasiones desencadenan afecciones más graves como la enfermedad de Lyme. 

Métodos de protección contra los parásitos

Antes de optar por un método u otro, es recomendable acudir a la consulta de tu veterinario. En ocasiones, debido a peso, tamaño o edad, es recomendable más uno y otro método protector. Pero, por otro lado, esto también sirve de cara a realizar el seguimiento de nuestra mascota, ya que los animales pueden tener ciertas reacciones alérgicas. 

• Collares antiparasitarios. Este tipo de collares combinan principios activos que garantizan una protección contra parásitos de entre 6 meses y un año. Además, son resistentes y fáciles de colocar.
• Pipetas antiparasitarias. Estas se aplican en la parte posterior del cuello, directamente sobre la piel. Recuerda darle un buen masaje por la zona para que esta se impregne. Son tan eficaces como los collares pero su tiempo efectivo es menor.
• Spray antiparasitarios. Su aplicación es sencilla, con una duración de 2 a 3 semanas.
• Comprimidos antiparasitarios. Estos se administran vía oral, con lo que puedes dárselo en la comida o junto a sus chuches. Actúan de 2 a 8 horas tras su administración y tienen una duración media de un mes.