¡Hora de dormir! Principales trastornos del sueño
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¡Hora de dormir! Principales trastornos del sueño
El sueño actúa como mecanismo reparador de todos los sistemas del organismo. Para mantener las funciones del organismo necesitamos unas 4 o 5 horas de sueño al día, aunque para una mejor calidad de vida lo recomendable son 8 horas, estas necesidades varían a lo largo de la vida.
Publicado: 15 marzo 2024
Los trastornos del sueño son afecciones que alteran los patrones normales y son muy frecuentes por sí mismos o asociados a patologías que cursan con algún trastorno del sueño como uno de sus síntomas. Además, son uno de los principales motivos de consulta detrás del mostrador… ¿Tienes algo para dormir? Es una pregunta que se repite con frecuencia en la farmacia.
El insomnio es el trastorno más común ya que se debe a la dificultad para la conciliación del sueño o su mantenimiento, el despertar precoz o tener un sueño poco reparador.
Esto se traduce en falta de concentración, cansancio y disminución de la calidad de vida. Un insomnio, no tratado de manera adecuada, puede convertirse en crónico y afectar al organismo asociándose a enfermedades físicas o emocionales llevando a problemas de ansiedad que lo agravan todavía más.
Por su parte, la hipersomnia es un síntoma de ciertas enfermedades que se caracterizan por somnolencia diurna, entendiéndose como la incapacidad para mantenerse despierto y alerta durante la mayor parte de situaciones del día. Muchas veces supone un aumento del tiempo de sueño diario sin que suponga una sensación de sueño reparador. Aquí se incluye, por ejemplo, la narcolepsia.
También es común encontrarse con pacientes con trastornos del ritmo circadiano. Para obtener un sueño óptimo, reparador o de buena calidad el tiempo dedicado al mismo debería coincidir con el ritmo circadiano biológico del sueño de cada individuo.
Aquí se incluye la alteración del sueño por cambio de huso horario en un corto periodo de tiempo o ‘jet lag’. En estos casos, el ritmo circadiano permanece en el horario de partida y se ajusta poco a poco al de llegada.
Otro de los grandes trastornos es la apnea del sueño, que se caracteriza por una alteración de la respiración durante el sueño. La respiración disminuye o desaparece de forma intermitente originando una ventilación inadecuada que provoca despertares frecuentes tras las pausas de la ventilación. El descanso nocturno no es adecuado y es frecuente la somnolencia diurna.
Por último, cabe destacar el síndrome de piernas inquietas, marcado por la necesidad imperiosa de mover las piernas. Con frecuencia se acompaña de incómodas e incluso dolorosas parestesias y suele empeorar por las tardes/noches y apareciendo en la transición vigilia-sueño lo que dificulta conciliar el sueño.
