Atrás El parche que monitoriza el flujo sanguíneo cerebral

El parche que monitoriza el flujo sanguíneo cerebral

La Universidad de California ha desarrollado una alternativa a la ecografía Doppler transcraneal con resultados más consistentes, más cómoda de usar y, además, portátil. 

El parche que monitoriza el flujo sanguíneo cerebral

Créditos de la imagen: David Baillot/UC San Diego Jacobs School of Engineering

Escrito porRedacción MF

Publicado: 05 septiembre 2024

La ecografía Doppler transcraneal es, en la actualidad, el  método estándar para monitorizar el flujo sanguíneo cerebral. Sin embargo, esta práctica tiene ciertas limitaciones como puede ser la precisión de las lecturas que dependen directamente del profesional. Además de esto, los expertos también inciden en que no se trata de una técnica de monitoreo continuo ya que éste se realiza en momentos precisos del día, dejando de lado el resto de horas en las que los datos podrían variar. 

Recientemente, investigadores de la Universidad de California, en San Diego, han desarrollado un dispositivo capaz de contrarrestar estas carencias. Se trata de un parche de ultrasonido portátil que, colocado en la sien, es capaz de monitorizar el flujo sanguíneo cerebral de manera continuada. 

Este parche, que puede resultar altamente beneficioso para pacientes que se someten o se recuperan de una cirugía cerebral, tiene el tamaño de una moneda y está fabricado con elastómero de silicona. Esto último, permite al parche contener varias capas de componentes electrónicos elásticos y una serie de pequeños transductores piezoeléctricos encargados de emitir y recibir las ondas de ultrasonido. Además, el parche incluye una malla de cobre con forma de resorte que mejora la calidad y reduce la interferencia del cuerpo y el entorno. 

El dispositivo ha sido probado en 36 pacientes sanos. Tras colocar el dispositivo, los investigadores conectaron los cables a una fuente de alimentación y a un ordenador en el cual se registraban hasta 30 imágenes por segundo en formato 3D. Más tarde, realizaron varias actividades que alteran el flujo sanguíneo y compararon, satisfactoriamente, que las imágenes obtenidas eran bastante similares a las obtenidas por el método tradicional.