Atrás Manuel Arellano: “Es necesaria la participación de todos, también de la farmacia comunitaria, para dar solución a la cronicidad”

Manuel Arellano: “Es necesaria la participación de todos, también de la farmacia comunitaria, para dar solución a la cronicidad”

El vicepresidente 2º de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes analiza el valor de la primera línea asistencial en uno de los ejes estratégicos de la entidad: la cronicidad

Manuel Arellano: “Es necesaria la participación de todos, también de la farmacia comunitaria, para dar solución a la cronicidad”

Escrito porRedacción MF

Publicado: 08 mayo 2024

Las enfermedades crónicas afectan a más de la mitad de la población española, unos 22 millones de pacientes (el 54%), según la última Encuesta de Salud en España. Inciden especialmente en mayores de 65 años, donde prácticamente nueve de cada diez personas padecen de alguna patología de por vida. Esto conlleva una inevitable presión asistencial en la primera línea. Es decir, en atención primaria, enfermería y farmacia comunitaria. 

Este fenómeno, que aumentará a medida que envejezca la población, es uno de los principales caballos de batalla de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP). Su vicepresidente 2º, Manuel Arellano, repasa cómo los farmacéuticos comunitarios pueden contribuir a reducir las inequidades y mejorar la calidad de vida de los pacientes crónicos. 

P. ¿Qué papel tienen las farmacias comunitarias para los pacientes desde la visión de la POP? ¿Cómo se puede potenciar la participación y comunicación entre ambos colectivos?

El papel de las farmacias comunitarias para los pacientes es muy relevante en todo lo relacionado con la seguridad en el uso, educación e información, así como en la corresponsabilidad del paciente y sus familiares. Su dispersión por la geografía, urbana y rural, permite realizar una continuidad de tratamiento que pueden hacer para mejorar la adherencia terapéutica.

P. Uno de los principales puntos de la estrategia de la POP en estos años pasa por el abordaje de la cronicidad. En este sentido, ¿cómo contribuyen las oficinas de farmacia a alcanzarlo?

Consideramos que el Sistema Nacional de Salud (SNS) debe buscar nuevos modelos de atención para dar solución a las necesidades individuales de las personas con patologías crónicas. Para ello, es necesaria la participación de todos los agentes sanitarios, también de la farmacia comunitaria. Con la colaboración de todos podemos conseguir una atención sanitaria más cercana, efectiva y sostenible. 

P. ¿Qué aspectos se deberían mejorar en la normativa sanitaria para facilitar la dispensación y que ésta propicie una mejor calidad de vida para el paciente crónico?

La normativa debe acompañar y dar solución a las necesidades reales de las personas, garantizando la equidad de acceso a la medicación y productos sanitarios, a apoyo en el uso seguro de los medicamentos o la participación efectiva de los pacientes y poder influir como sociedad en las políticas sanitarias.

“Las farmacias comunitarias son un agente clave para personas polimedicadas y con pluripatologías”

P. ¿Sobre qué patologías tienen mayor incidencia las farmacias comunitarias? 

Las farmacias comunitarias son un agente clave para personas polimedicadas y con pluripatologías porque todas ellas requieren un seguimiento de su medicación, y de las modificaciones de tratamiento que requieren, para garantizar un uso seguro de la prescripción médica.

El foco en la atención sanitaria, incluida la farmacéutica, debe estar en las necesidades reales de las personas para proporcionarles la mejor calidad de vida posible. Aquello que facilite esta calidad de vida en los pacientes y la de sus familiares será una buena decisión. 

P. Se pone especial énfasis en los últimos tiempos a la importancia del código postal del paciente para acceder a determinados tratamientos. ¿Cómo pueden ayudar las farmacias en este sentido?

El código postal está muy relacionado con determinantes sociales de la salud, entendiendo por éstos aquellas circunstancias que, como la educación, la alimentación, los recursos económicos, etc., pueden influir en la construcción de unos hábitos de vida saludables y que funcionen como una primera línea de defensa de la salud. La farmacia comunitaria, por su dispersión y cercanía con la población, tiene un papel relevante en la identificación de factores de riesgo, detección precoz de patologías, cribado y educación con un enfoque de salud pública relevante para la ciudadanía y para personas especialmente vulnerables y con alto riesgo de fragilidad.