Atrás Educación sanitaria desde el mostrador para pacientes con hipo e hipertiroidismo

Educación sanitaria desde el mostrador para pacientes con hipo e hipertiroidismo

Los problemas de tiroides, tanto por exceso como por déficit de segregación de hormonas en el cuerpo, repercuten de manera negativa en quienes padecen estas anomalías.

Educación sanitaria desde el mostrador para pacientes con hipo e hipertiroidismo

Escrito porRedacción MF

Publicado: 28 julio 2025

Hipotiroidismo e hipertiroidismo son trastornos de la tiroides cada vez más frecuentes en el día a día de los pacientes que acuden a las farmacias comunitarias. La incidencia de la primera en Europa afecta sobre todo a las mujeres, con 20 casos por cada 1.000 habitantes. En general, la horquilla de su prevalencia está entre el 4% y el 10%. En el caso del hipertiroidismo, se sitúa en la población en general por debajo del 4%, donde también es más común entre mujeres.

Los síntomas de ambas patologías son muchas veces inespecíficos, aunque comparten la importante carga que tienen sobre la calidad de vida del paciente si no se detectan a tiempo. En este contexto, el papel del farmacéutico comunitario se consolida como clave en la detección precoz, educación sanitaria y mejora de la adherencia terapéutica.

La sintomalogía del hipotiroidismo, la producción insuficiente de hormonas tiroirdeas, puede pasar desapercibida durante meses: fatiga, aumento de peso, intolerancia al frío, estreñimiento o depresión. La variante más común es la conocida como tiroiditis de Hashimoto, que llega a afectar a un 10% de la población adulta en Europa, con especial incidencia en mujeres mayores de 60 años.

Desde el ámbito comunitario, los farmacéuticos desempeñan un papel fundamental para mejorar el abordaje multidisciplinar

Por el contrario, el hipertiroidismo implica una hiperproducción hormonal, provocando signos clínicos más llamativos: taquicardia, pérdida de peso, nerviosismo, sudoración o temblores. Las causas más habituales incluyen la enfermedad de Graves, bocio multinodular tóxico y tiroiditis. Su prevalencia se estima en torno al 4%.

Ambas disfunciones requieren confirmación analítica mediante TSH y hormonas T3 y T4. En el hipotiroidismo, la TSH está elevada y la T4 libre disminuida. En el hipertiroidismo, ocurre lo contrario. El tratamiento también difiere: en el primer caso, se recurre a levotiroxina; en el segundo, a antitiroideos, yodo radiactivo o cirugía, según el perfil del paciente.

Desde el ámbito comunitario, los farmacéuticos desempeñan un papel fundamental para mejorar el abordaje multidisciplinar. Gracias a su accesibilidad y contacto directo con los pacientes, pueden identificar signos clínicos de alerta, ofrecer recomendaciones y derivar al médico cuando sea necesario. Este enfoque permite anticipar el diagnóstico, minimizar la progresión de la enfermedad y mejorar la continuidad asistencial.

Formación del farmacéutico comunitario

Así, para mejorar los resultados en salud respecto a estas enfermedades y aliviar la presión asistencial, formar a los profesionales sanitarios es fundamental. En concreto, los farmacéuticos ejercen un papel activo como primer punto de contacto con los pacientes, tanto a la hora de actualizar conocimientos clínicos como de potenciar el cribado. De esta forma, se logra consolidar la colaboración entre atención primaria, endocrinología y farmacia comunitaria, especialmente en el seguimiento de pacientes con diagnóstico confirmado.

Finalmente, es fundamental, promover la intervención farmacéutica en el marco del servicio de dispensación ya que garantizaría el cumplimiento del tratamiento, la prevención de interacciones farmacológicas y la detección de errores de medicación. Seguir una estrategia multidisciplinar representaría una estrategia eficaz para mejorar el abordaje integral de estas patologías.