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Por qué sentimos más cansancio después de comer

La somnolencia postprandial puede afectar el rendimiento y la toma de decisiones en el ámbito sanitario.

Por qué sentimos más cansancio después de comer

Escrito porRedacción MF

Publicado: 24 marzo 2025

El cansancio y la somnolencia después de comer son respuestas fisiológicas naturales del organismo. Durante la digestión, el flujo sanguíneo se redistribuye para favorecer el proceso digestivo, lo que puede generar una reducción relativa del riego sanguíneo en el cerebro y contribuir a la sensación de fatiga. Además, la composición de los alimentos influye en este fenómeno. Las comidas ricas en carbohidratos simples elevan rápidamente los niveles de glucosa en sangre, lo que provoca una liberación de insulina. Esta, a su vez, facilita la entrada de triptófano en el cerebro, donde se convierte en serotonina y melatonina, neurotransmisores asociados con la relajación y el sueño.

Sirviéndose de esta base, un reciente artículo publicado en The New York Times analiza en profundidad los mecanismos que explican esta reacción del cuerpo y sus posibles implicaciones en el rendimiento diario.

Tras la ingesta de alimentos el sistema circulatorio redirige una mayor cantidad de sangre hacia el aparato digestivo

Según explican los expertos consultados por el NYT, los alimentos ricos en carbohidratos simples, como los panes refinados, las pastas y los dulces, provocan un aumento rápido de la glucosa en sangre. Este pico glucémico va seguido de una respuesta compensatoria por parte del páncreas, que libera insulina para regular los niveles de azúcar. La insulina, a su vez, promueve la entrada de triptófano en el cerebro, donde se convierte en serotonina y melatonina, dos neurotransmisores que facilitan la sensación de somnolencia.

Este proceso tiene implicancias adicionales. En un entorno donde la atención constante, la capacidad de reacción y la toma de decisiones rápidas son esenciales, el cansancio postprandial puede representar un riesgo. La fatiga después de comer puede ralentizar los tiempos de respuesta, disminuir la concentración y aumentar el riesgo de cometer errores en procedimientos clínicos o diagnósticos.

Los especialistas en nutrición recomiendan realizar comidas más ligeras y fraccionadas durante la jornada laboral

Para mitigar estos efectos, los especialistas en nutrición recomiendan realizar comidas más ligeras y fraccionadas durante la jornada laboral. Los alimentos con bajo índice glucémico, junto a un aporte adecuado de proteínas magras y grasas saludables, ayudan a mantener niveles estables de energía y glucosa en sangre. Además, la incorporación de pausas breves para caminar o realizar estiramientos después de comer puede favorecer la circulación y la oxigenación cerebral, ayudando a contrarrestar la somnolencia.

Otra estrategia respaldada por la evidencia científica es la siesta breve o power nap. Dormir entre 10 y 20 minutos después del almuerzo puede mejorar significativamente la alerta y el rendimiento cognitivo, sin interferir con el descanso nocturno.

En definitiva, la somnolencia postprandial es una respuesta fisiológica natural que puede gestionarse de manera efectiva a través de estrategias nutricionales y organizacionales.