Transformación verde en la logística: biodiesel, hidrógeno y e-combustibles

La logística es esencial en cualquier tipo de negocio que implique la producción y distribución de bienes y servicios. Una cadena de suministro efectiva puede reducir costes, mejorar la satisfacción del cliente y aumentar la competitividad del mercado. 

Según la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), se estima que actualmente hay aproximadamente 6,2 millones de vehículos industriales en circulación, contribuyendo al aumento de las emisiones de CO2 en las carreteras. En 2021, los automóviles y motocicletas fueron responsables del 64% de estas emisiones, mientras que camiones y autobuses representaron solo el 27%.

Los productores de camiones son conscientes de su responsabilidad y la UE ya ha anunciado nuevos objetivos para eliminar un gran porcentaje de estas emisiones de aquí a 2030. 

El biodiesel como nueva solución

El dilema al que se enfrentan los fabricantes de camiones está en encontrar una solución que garantice que se reducirán las emisiones y que a su vez no aumente los costes del camión y sea una tecnología preparada para el futuro. 

En este sentido, se propone como opción el empleo de biodiesel, un combustible renovable derivado de aceites vegetales o grasas animales. La utilización de este combustible podría conducir a una reducción de hasta el 90% en las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con el diésel convencional.

Los biocombustibles, derivados de fuentes renovables, ofrecen la posibilidad de sustituir directamente a los combustibles utilizados en la aviación, el transporte marítimo y terrestre. Además de reducir significativamente las emisiones de partículas, estos biocombustibles son biodegradables, lo que facilita su descomposición natural en caso de que se produzcan accidentes. Los avances recientes sugieren que estos combustibles podrían ser más eficientes que los combustibles convencionales en el futuro.

No obstante, la producción de biodiésel requiere la utilización de hidrógeno, planteando la pregunta de si tiene más sentido emplear el hidrógeno directamente como fuente de propulsión en una pila de combustible. Por ello, muchos fabricantes ya están apostando por la tecnología de la pila de combustible.

La elección de usar hidrógeno ecológico en camiones pesados ofrece la ventaja de cero emisiones durante la producción y el uso. Además, estos camiones tienen una autonomía de hasta 1.500 kilómetros y un tiempo de recarga similar al de los camiones diésel.

El uso de e-combustibles

Los e-combustibles podrían ser otra solución, sin embargo, resultan también controvertidos, debido a su dependencia del hidrógeno para la producción. A corto plazo, podrían contribuir a la reducción de emisiones de CO₂ según las estimaciones, pero a largo plazo surge la incertidumbre sobre si fuese más prudente explorar otras tecnologías que brinden una mayor seguridad futura. Especialmente para las empresas de transporte que suelen mostrar preferencia por un único sistema de propulsión en lugar de gestionar flotas con distintas variantes.

Los grandes fabricantes y los que se incorporan en el mercado se enfrentan a este tipo de decisiones que podrían condicionar el futuro de las empresas. Al fin y al cabo, no está nada claro qué tipo de propulsión acabará imponiéndose.

Por lo tanto, el debate sobre la implementación de medios de transporte sostenibles para la logística y la distribución persiste, a pesar de los notables avances realizados y las propuestas significativas que podrían contribuir a la tan buscada reducción de emisiones.