Atrás La herencia sorpresa de los Reyes en Menorca: una farmacia ‘a medias’

La herencia sorpresa de los Reyes en Menorca: una farmacia ‘a medias’

Los Reyes heredan la única botica menorquina de estilo modernista que fue regentada por la primera mujer farmacéutica de Menorca.

Los Reyes frente a la Farmacia Llabrés

Escrito porRedacción MF

Publicado: 03 febrero 2023

Era el año 2009 cuando se procedió a leer el testamento de un empresario millonario menorquín llamado Juan Ignacio Balada Llabrés. En él constaba explícitamente que su herencia, entre la que se encontraban diversos inmuebles, debían ir a parar a la Casa Real. Entre todo ese legado también se hallaba una pequeña joya del modernismo. Una botica llamada “Farmacia Llabrés” que fue construida en el año 1886. 

Según constaba en el testamento, en caso de que esta herencia no fuese aceptada, el legado debía destinarse al Estado de Israel. Sin embargo, en caso de que Zarzuela aceptase, la mitad de la herencia debía designarse a los que eran por entonces príncipes de Asturias. El rey Felipe VI y la reina Letizia. Y también a los nietos de los ahora reyes eméritos. La otra mitad, en cambio, a una fundación que debían constituir sus majestades. 

Finalmente, tras diversos debates, la Casa Real aceptó dicha herencia. Eso sí, dejó claro que en ningún caso recibirían de ella “beneficio personal”. Así, desde la Zarzuela, para gestionar todo este legado se creó una fundación llamada Fundación Hesperia

La farmacia es uno de los pocos testimonios que quedan del modernismo en Menorca

El pasado 12 de enero, casi 14 años después de haberla heredado, los Reyes viajaron a Ciutadella para inaugurar esta botica. Actualmente, la farmacia se ha convertido en un espacio cultural en el que se realizan actividades y talleres y sirve a la vez de centro ocupacional para la Fundación para personas con discapacidad de Menorca.

Hoy en día, la Farmacia Llabrés es el principal referente y uno de los pocos testimonios que quedan del modernismo en Menorca. Los vitrales del antiguo laboratorio son la pieza más valiosa de un conjunto de muebles y elementos decorativos catalogados por su valor patrimonial.

“Éramos conscientes de la enorme complejidad de dicha aceptación”, reconocía durante la inauguración de la botica el Rey Felipe VI. “Pero también era evidente que hubiera sido una pena que el patrimonio hereditario del señor Balada no hubiera revertido en beneficio de todos los españoles, especialmente de los menorquines”, detalló.

El estilo de la farmacia es el Art Nouveau, una de las tres corrientes que sigue el Modernismo en las Islas Baleares, que recoge la influencia del Modernismo catalán y francés. Esta herencia es la única botica menorquina con este diseño. Aún conserva los muebles antiguos y los rótulos originales, que se pueden observar desde la fachada. 

La botica fue regentada por la primera mujer farmacéutica de Menorca

Durante casi cien años este inmueble cargado de historia fue pasando de propietario en propietario hasta que cayó en manos de Catalina Llabrés Piris. Conocida comúnmente como “la señora Nina”, fue la primera mujer farmacéutica de Menorca. 

Sin embargo, tras el fallecimiento de Catalina, la botica acabó en manos de su hijo, el empresario Juan Ignacio Balada Llabrés, con quien la farmacia cerró sus puertas definitivamente en 1985. Y con él, esta obra arquitectónica empezó a caer en desuso y a deteriorarse. 

Alarmados por la situación, desde la Sociedad Histórica Arqueológica Martí Bella reclamaron ante las autoridades locales que esta joya del modernismo fuese reconocida y protegida como parte del patrimonio histórico de Menorca. Finalmente, ha sido la Fundación Hesperia quien ha impulsado la remodelación de este espacio. 

La restauración de la botica habría costado 356.376 euros

Cumpliendo con el deseo del testador, en la reforma solo han participado empresas menorquinas, la cual habría costado 356.376 euros. La Fundación Hesperia ha cedido este espacio a la asociación de personas discapacitadas de Menorca durante los próximos diez años. El establecimiento no funcionará como farmacia sino como centro de divulgación, con visitas abiertas al público y un local subterráneo acondicionado para la celebración de actividades inclusivas y talleres.