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Picaduras de insectos: recomendaciones de la AEMPS sobre el uso de repelentes

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios recuerda la importancia de utilizar repelentes autorizados, aplicarlos correctamente y seguir una serie de pautas para garantizar una protección eficaz frente al ataque de insectos.

Picaduras de insectos: recomendaciones de la AEMPS sobre el uso de repelentes

Escrito porRedacción MF

Publicado: 23 julio 2025

La proliferación de mosquitos durante los meses de verano debido al aumento de las temperaturas representa un riesgo no solo por las molestias que provocan, sino también por su capacidad para transmitir enfermedades como el dengue, el virus del Nilo Occidental o el zika. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) subraya la importancia de elegir y aplicar correctamente los productos repelentes para protegerse de las picaduras y, en algunos casos, de enfermedades transmitidas por vectores.

Los repelentes de insectos de uso humano pertenecen a la categoría de biocidas de tipo 19, según establece el Reglamento europeo (UE) nº 528/2012, y están autorizados para espantar insectos sin eliminarlos. Su función principal es crear una barrera que impide que los mosquitos y otros vectores entren en contacto con la piel, ayudando así a reducir el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas que puedan tener consecuencias graves.

El etiquetado del repelente constará de número de autorización, condiciones de uso y el principio activo junto a su concentración

La AEMPS recalca que la seguridad y eficacia de estos productos dependen de su correcta autorización, etiquetado y uso según las indicaciones del fabricante. Para su comercialización, deben superar evaluaciones de eficacia y seguridad, y estar expresamente autorizados por la Agencia u otra autoridad competente.

En concreto, en el etiquetado deben figurar el número de autorización (por ejemplo, ES-XXXX), las condiciones de uso (dosis, edad mínima, frecuencia de aplicación), y el principio activo junto a su concentración. La AEMPS insiste en que solo estos productos, correctamente regulados, ofrecen garantías de calidad, seguridad y eficacia.

Así, la autoridad sanitaria señala que solo deben utilizarse repelentes debidamente registrados, con número de autorización visible en su etiquetado. Entre los principios activos con eficacia demostrada se incluyen el DEET, la icaridina, el IR3535 y el citriodiol. Estos ingredientes están avalados por estudios científicos y han demostrado su capacidad para repeler insectos de forma eficaz durante varias horas.

Guía para un uso seguro y efectivo

Entre las principales recomendaciones para un uso correcto de los repelentes, se destaca la importancia de aplicarlos únicamente sobre la piel expuesta, evitando zonas con heridas o mucosas, y sin rociarlos directamente sobre el rostro. En su lugar, deben aplicarse primero en las manos y luego extenderse cuidadosamente, evitando ojos y boca.

En caso de utilizar protector solar, este debe utilizarse antes y dejarse absorber completamente antes de aplicar el repelente. Asimismo, se desaconseja volver a administrar con mayor frecuencia de la indicada, ya que no incrementa la eficacia y puede provocar irritaciones. En el caso de niños menores de tres años, se recomienda consultar previamente con un pediatra y administrar el producto siempre bajo la supervisión de un adulto.