Atrás Acné en la espalda: ¿por qué se produce y cómo eliminarlo?

Acné en la espalda: ¿por qué se produce y cómo eliminarlo?

Una buena higiene y el uso de los productos adecuados, ya sean de venta libre en farmacia o a través de receta médica, pueden ayudar a combatir el acné corporal.

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Escrito porRedacción MF

Publicado: 28 octubre 2025

El acné no es exclusivo del rostro, sino que también puede aparecer en otras zonas del cuerpo, como la espalda, el pecho, los hombros o los glúteos. Es lo que se conoce como acné corporal, que se produce por una combinación de exceso de grasa, obstrucción de los poros, proliferación de bacterias y procesos inflamatorios

Aunque las causas son variadas, estas son algunas de las más comunes:

  • Cambios hormonales: los desequilibrios hormonales, el estrés o la ansiedad, entre otros, son factores que pueden provocar que se disparen los niveles de cortisol en el organismo, produciendo más sebo y consiguiendo que se taponen los poros. De ahí que sean más habituales los granos en la espalda durante la pubertad, la menstruación, el embarazo y épocas emocionalmente complicadas. Esto, además, puede afectar a la autoestima.
  • Exceso de grasa o sudor y uso de ropa ajustada: puede provocar que los poros se taponen.
  • Higiene inadecuada o uso de productos comedogénicos.
  • Alimentación inadecuada y falta de sueño: una dieta alta en azúcares y dormir mal puede favorecer la aparición de acné. Por ello, es importante llevar una alimentación equilibrada, en la que se incluya mucha fruta y verduras, así como asegurar un buen descanso, ya que el sueño ayuda a regular la producción de grasa en la piel.
  • Predisposición genética: la herencia familiar puede hacer que la piel sea más propensa a producir un exceso de sebo, lo que obstruye los poros y favorece la aparición de granos.

Espalda vs rostro: tratamiento diferente

La espalda suele ser una de las zonas más afectadas por el acné corporal. Y, aunque pueda parecer que el acné dorsal y el acné del rostro sean similares, en realidad el tratamiento debe ser diferente.

La piel del cuerpo es más gruesa que la del rostro, por lo que generalmente se necesitan productos más concentrados. En ambos casos una buena higiene y limpieza de la piel es crucial. Sin embargo, a la hora de tratar el acné en el rostro el ácido salicílico es el ingrediente principal de los productos que ayudarán a mejorar el estado de la piel, mientras que en el acné corporal, al ser más resistente, necesita de activos más potentes, como el ácido glicólico.

Por tanto, es recomendable emplear geles limpiadores que contengan ácido salicílico y ácido glicólico. Estos activos purifican los poros, regulan la producción de sebo y tienen acción queratolítica.

Además, si el producto logra una acción exfoliante cada vez que se aplique sobre la piel, se puede conseguir retirar toda la suciedad de los poros y ayuda a que se desprendan las células muertas que se van acumulando. Se puede aprovechar el momento de la ducha para enjabonar la parte del escote, el cuello y la espalda con el gel limpiador más adecuado para cada tipo de piel.

Medicamentos para controlar el acné

Si los productos de venta libre en farmacias no dan resultado, es importante consultar con el médico para considerar pasar al tratamiento con medicamentos de venta con receta médica, que dependerá de la edad y el tipo o la gravedad del acné.

Los medicamentos para el acné actúan reduciendo la producción de aceite y la hinchazón o tratando la infección bacteriana. Con la mayoría de los medicamentos de venta con receta médica para el acné, es posible que no se vean resultados durante cuatro a ocho semanas. El acné puede tardar varios meses o años en desaparecer completamente.

Existen diferentes tratamientos farmacológicos para controlar el acné. Los medicamentos tópicos más frecuentes son retinoides y fármacos similares, antibióticos, ácido azelaico y ácido salicílico. Por otro lado, también se pueden considerar otros medicamentos orales, como anticonceptivos orales combinados, agentes antiandrógenos o la isotretinoína, que es un derivado de la vitamina A.

Por otra parte, tratamientos como la fototerapia, la exfoliación química, el drenaje y extracción o la infiltración con esteroides pueden resultar útiles para algunas personas, ya sea solos o en combinación con medicamentos.