Atrás Granos en el triángulo del peligro, ¿es tan peligroso explotarlos?

Granos en el triángulo del peligro, ¿es tan peligroso explotarlos?

Reventar granos puede parecer inofensivo, pero en realidad puede causar infecciones y cicatrices. Descubre la mejor manera de manejar el acné de forma segura y eficaz.

Grano en el triángulo del peligro

Escrito porRedacción MF

Publicado: 22 enero 2025

Reventar granos puede parecer la solución más rápida para acabar con las imperfecciones de la piel, pero hacerlo de forma incorrecta puede causar más problemas que beneficios. Además, existe una creencia generalizada que relaciona un riesgo extremo al explotar un grano en una zona conocida como el ‘triángulo del peligro’, pero ¿es esto cierto?

El 'triángulo del peligro' y su importancia

Esta zona facial comprendida entre las comisuras de los labios y el puente de la nariz, conocida como el ‘triángulo del peligro’, contiene una densa red de vasos sanguíneos conectados directamente al cerebro a través del seno cavernoso. Aunque las infecciones graves en esta área son extremadamente raras, las complicaciones, como la trombosis del seno cavernoso, pueden ser potencialmente mortales. 

Estas infecciones pueden desencadenarse por bacterias que ingresan a través de pequeñas heridas, como las que pueden producirse al reventar un grano. A pesar de ello, los expertos coinciden en que es poco probable que una espinilla explotada de manera casual conduzca a una infección tan grave. Sin embargo, reventar granos en esta zona requiere un cuidado especial debido al riesgo de infecciones locales y posibles cicatrices.

Riesgos generales de reventar granos

Los dermatólogos desaconsejan explotar los granos en cualquier parte del cuerpo. Este hábito puede provocar:

  • Infecciones locales: Manipular las espinillas aumenta la posibilidad de que las bacterias se introduzcan en la piel y causen infecciones.
  • Cicatrices permanentes: La presión excesiva en la piel para extraer el pus del grano o el uso de instrumentos inadecuados pueden dañar la piel, dejando marcas permanentes.
  • Propagación de bacterias: Al explotar un grano, el contenido puede extenderse a áreas circundantes, causando nuevos brotes.

Alternativas seguras para manejar el acné

Para pacientes que buscan soluciones inmediatas, los farmacéuticos pueden recomendar tratamientos tópicos efectivos y parches especializados para espinillas. Los parches con hidrocoloides, por ejemplo, ayudan a reducir la inflamación y actúan como barrera protectora para evitar la manipulación. Entre los principios activos útiles se encuentran:

  • Ácido salicílico: Ideal para limpiar los poros y tratar puntos negros y blancos.
  • Peróxido de benzoilo: Eficaz para combatir bacterias causantes del acné.
  • Retinoides: Ayudan a renovar la piel y prevenir obstrucciones en los poros.

Cómo reventar un grano de manera segura (solo si es necesario)

Si un paciente insiste en reventar una espinilla, los farmacéuticos pueden proporcionar los siguientes consejos para minimizar riesgos:

  • Higiene estricta: Lavar las manos y desinfectar el área con un antiséptico antes de manipular la piel.
  • Instrumentos adecuados: Usar extractores de comedones esterilizados en lugar de los dedos.
  • Evitar la fuerza excesiva: Si el grano no está listo para poder ser drenado con facilidad, no se debe forzar.
  • Tratamiento posterior: Aplicar un producto antiséptico, como peróxido de benzoilo, para prevenir infecciones.

Cuándo acudir a un dermatólogo

El acné severo, recurrente o quístico debe ser evaluado por un profesional. Los tratamientos médicos ayudan a prevenir cicatrices y a controlar brotes persistentes. Recordemos que factores como la genética, las hormonas y el estrés pueden influir en la aparición del acné, y un dermatólogo es el mejor especialista para abordar estos casos.

Aunque reventar un grano puede parecer inofensivo, los riesgos asociados son muy elevados. Los farmacéuticos tienen un papel clave en educar a los pacientes sobre la importancia del cuidado adecuado de la piel y la búsqueda de soluciones seguras. Promover buenos hábitos no solo protege la piel, sino que también contribuye a la prevención de problemas a largo plazo.