Lesiones en los pies por la humedad: un riesgo a vigilar en época de lluvias
Atrás Lesiones en los pies por la humedad: un riesgo a vigilar en época de lluvias
Dermocosmética
Lesiones en los pies por la humedad: un riesgo a vigilar en época de lluvias
Las lluvias y la humedad aumentan el riesgo de lesiones en los pies, como hongos y dermatitis. Protegerlos es clave para evitar infecciones y problemas cutáneos.
Escrito porRedacción MF
Publicado: 12 noviembre 2024
En época de lluvias intensas, los pies se convierten en una de las partes del cuerpo más vulnerables. La exposición prolongada a la humedad y al barro puede provocar una serie de problemas dermatológicos y fúngicos que afectan tanto a quienes realizan labores de limpieza como a la población general que, en estas condiciones, se ve obligada a utilizar calzado impermeable durante largas jornadas. Tras eventos como la reciente DANA que afectó a diversas regiones de España, especialmente en Valencia, los expertos en podología han alertado sobre la importancia de proteger los pies de la humedad para evitar lesiones y enfermedades.
Riesgos de la humedad y el barro para la salud de los pies
La humedad, el barro y el uso continuado de botas de agua o calzado impermeable no solo aumentan el riesgo de infecciones, sino que también favorecen la aparición de problemas como dermatitis e infecciones por hongos en la piel de los pies y parte baja de las piernas. Estas son algunas de las lesiones más frecuentes y consejos para prevenirlas:
- Dermatitis de contacto: La dermatitis es una inflamación de la piel causada por una reacción alérgica al contacto con materiales como el caucho, el pegamento y otros componentes de los zapatos. Esta reacción se vuelve más grave con el contacto prolongado con el agua o el barro, provocando enrojecimiento, hinchazón y ampollas. Para prevenirla, se recomienda utilizar calzado impermeable de calidad y con materiales hipoalergénicos, así como calcetines absorbentes que ayuden a mantener los pies secos.
- Pie de atleta: La tiña pedis o pie de atleta es una infección fúngica que afecta a la piel, especialmente entre los dedos. Los síntomas suelen incluir un sarpullido escamoso y picor. El pie de atleta es común en ambientes húmedos y afecta especialmente a personas con alta sudoración, lo que es frecuente al usar calzado impermeable por tiempos prolongados. Para evitar su aparición, es recomendable lavar y secar bien los pies, prestando especial atención a los espacios interdigitales.
- Queratolisis puntacta: Este tipo de infección bacteriana afecta a la capa córnea de la piel, generando pequeñas erosiones o hendiduras en la superficie plantar. Es común en personas que usan calzado cerrado y con alta transpiración. La queratolisis puntacta también puede producir mal olor, y su tratamiento suele requerir un diagnóstico adecuado por parte de un profesional.
- Onicomicosis: Las infecciones en las uñas de los pies, como la onicomicosis, son otra consecuencia de la exposición prolongada a la humedad y el uso de calzado no transpirable. Esta infección micótica afecta principalmente a personas mayores y a individuos con problemas circulatorios o inmunitarios. Para evitarla, es crucial usar calzado que permita la ventilación adecuada del pie y evitar mantener las uñas expuestas a la humedad por tiempos prolongados.
Prevención y recomendaciones generales
Para evitar estos daños en la piel, y en relación con los acontecimientos de la DANA producida en España, los expertos hacen hincapié en que es importante seguir unas pautas de protección:
- Usar calzado impermeable y de calidad: Las botas de agua son esenciales para evitar el contacto directo con el agua y el barro, pero deben combinarse con calcetines absorbentes que ayuden a reducir la sudoración.
- Higiene y secado adecuado: Después de la jornada, es recomendable lavar los pies con agua tibia y jabón neutro. Es fundamental secarlos bien, prestando especial atención a los espacios entre los dedos.
- Hidratación de la piel: Aunque la piel haya estado en contacto con agua, la hidratación sigue siendo importante para mantener su barrera protectora y evitar sequedad e irritación. El uso de cremas hidratantes específicas para los pies puede ayudar a restaurar la piel.
Actuar ante cualquier síntoma
Ante la aparición de síntomas como enrojecimiento, picor o mal olor continuo, es importante consultar a un profesional sanitario para que realice un diagnóstico adecuado y recomiende el tratamiento oportuno. La intervención temprana en estos casos es esencial para evitar la progresión de las lesiones y asegurar una recuperación rápida y efectiva.
Para los farmacéuticos, es importante no solo comprender estas lesiones y sus causas, sino también estar preparados para aconsejar y orientar a los pacientes sobre productos adecuados para la prevención y el tratamiento de estas afecciones.