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Corte de digestión: ¿realidad o mito veraniego?

Con el verano llegan las vacaciones, el calor, los baños y también los mitos. Una de las creencias más extendidas es la del corte de digestión, pero ¿sabemos realmente qué es y cómo prevenirlo?

Reloj sobre el agua de una piscina

Escrito porRedacción MF

Publicado: 26 junio 2025

¿Quién no ha escuchado alguna vez la advertencia de los padres o abuelos sobre que no puedes meterte en el agua hasta al menos dos horas después de comer? Esta frase tan arraigada en la cultura popular tiene una base fisiológica, aunque con ciertos matices. 

Es importante que los farmacéuticos, como agente sanitario más cercano, conozcan en profundidad qué es realmente el corte de digestión, cómo prevenirlo y cómo actuar si acuden a la farmacia en busca de ayuda para estos casos.

¿Qué es el mal llamado "corte de digestión"?

Lo que coloquialmente se denomina "corte de digestión" no es realmente una parada real del proceso digestivo, sino que se trata de una reacción del organismo que se produce por un cambio térmico brusco. En términos médicos se conoce como síncope por inmersión, y desencadena una alteración hemodinámica que altera la circulación y el sistema nervioso.

Durante el proceso de digestión, una parte importante del flujo sanguíneo está trabajando en el aparato digestivo. Si justo en ese momento se produce un choque fuerte con frío, como puede ser zambullirse en agua fría, el cuerpo reacciona redistribuyendo la sangre para mantener la temperatura corporal, lo que puede provocar una respuesta vagal, que se manifiesta con un descenso de la frecuencia cardíaca, hipotensión y, en algunos casos, pérdida de conciencia.

Signos y síntomas de alerta

El corte de digestión no se presenta con los mismos síntomas en todas las personas, pero entre los más comunes destacan:

  • Mareo o sensación de inestabilidad.
  • Náuseas o vómitos.
  • Sudoración fría y palidez en la piel.
  • Calambres abdominales.
  • Escalofríos o sensación de frío intenso.
  • Visión borrosa o zumbidos en los oídos.
  • Pérdida parcial o total de la consciencia (especialmente peligrosa si ocurre en el agua).

Es importante tener en cuenta que cuando este accidente ocurre dentro del agua, el riesgo de ahogamiento aumenta considerablemente, incluso aunque la pérdida de conciencia sea breve.

Recomendaciones del farmacéutico

Los farmacéuticos pueden ofrecer pautas claras a pacientes y familias para minimizar los riesgos, especialmente durante los meses de verano:

  • Evitar comidas copiosas antes del baño: no es imprescindible esperar exactamente dos horas de reloj, pero sí es recomendable respetar un tiempo prudencial para hacer una digestión ligera.
  • Entrar al agua gradualmente: mojarse cuello, muñecas y abdomen antes de sumergirse por completo ayuda al cuerpo a aclimatarse.
  • No nadar intensamente justo después de comer: la actividad física intensa demanda flujo sanguíneo, lo que sumado a la digestión puede agravar el desequilibrio circulatorio.
  • Mantenerse bien hidratado: especialmente en días con mucho calor.
  • Evitar bebidas muy frías tras el ejercicio físico: pueden acentuar el contraste térmico.
  • Vigilar a niños y personas mayores: son especialmente vulnerables a los cambios bruscos.

¿Qué hacer si se presenta un corte de digestión?

Ante los primeros síntomas, la actuación debe ser rápida y eficaz:

  1. Sacar a la persona del agua inmediatamente.
  2. Tumbarle y elevarle las piernas.
  3. Ponerle una manta o cualquier cosa que sirva de abrigo para evitar una mayor pérdida de temperatura.
  4. Si hay conciencia y no hay náuseas, se les puede ofrecer líquidos templados.
  5. Llamar a los servicios de emergencia si los síntomas continúan o hay pérdida de conocimiento.