Protege tu escudo natural: consejos para cuidar tu piel del invierno

La piel es nuestro mayor órgano y uno de los más vulnerables a los cambios climáticos. El aire frío y seco puede reducir la humedad natural de la piel, dejándola seca, irritada y propensa a tener grietas y rojeces. Por ello, con la llegada del invierno es importante tomar las medidas adecuadas para protegerla y evitar alteraciones que puedan desencadenar en problemas mayores.

No toda la piel de nuestro cuerpo sufre por igual con el frío, esto se debe a que el tronco y extremidades suelen estar cubiertas con ropa, pero las manos, cara y cuello son las que siempre están expuestas, por lo que habrá que prestarles especial atención.

Consejos para proteger la piel del frío del invierno

La Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV) ha dado a conocer un decálogo con algunos consejos para evitar que el frío pueda dañar la piel:

• Hidratación constante: hay que mantener la piel hidratada en todo momento, especialmente si padeces dermatitis. Para lograrlo se pueden usar productos emolientes que tengan en su composición lanolina o urea.
• Cuida tus manos: los lavados excesivos pueden secar mucho la piel, por ello hay que controlarlos. Opta por guantes y cremas de efecto barrera para protegerlas.
• Productos respetuosos: optar por productos suaves y dermatológicamente testados para cara y cuerpo es la mejor opción para cuidar la piel.
• Temperatura del agua: las duchas con agua tibia y moderadas ayudan a que la piel no se deshidrate, evita el agua muy fría o muy caliente.
• Labios protegidos: la piel de los labios es mucho más fina que la del resto del cuerpo, por ello requiere de más hidratación y protección solar específica para labios.
• Protección solar: el sol puede dañar gravemente la piel, para protegerla utiliza gafas de sol, gorra, guantes y protección diaria, incluso en invierno y en zonas nevadas.
• Abrigo y guantes: tapar la piel es esencial para quienes sufren sensibilidad al frío y afecciones como sabañones.
• Evitar cambios bruscos de temperatura: ya que esto aumenta el riesgo de capilares dilatados (telangiectasias o arañas vasculares) en la cara, especialmente en las mejillas.
• Nutrición equilibrada: aumente la ingesta de vitamina C y antioxidantes, y asegúrese de mantener una hidratación adecuada.
• Tabaco y alcohol: evitar su consumo, ya que afecta negativamente a la piel generando radicales libres y empeorando la salud capilar facial.

Recomendaciones farmacéuticas

Los farmacéuticos pueden ofrecer soluciones específicas para cuidar la piel durante el invierno. Desde cremas hidratantes hasta lociones especiales para pieles sensibles, ofrecen una gama de productos adaptados a las necesidades individuales de cada persona.

Los principios activos más recomendados en cosmética para pieles no sensibles son la vitamina C, ácido retinoico, ácido glicólico y los hidroxiácidos, con propiedades antiedad. Para pieles sensibles, se aconseja el uso de sustancias calmantes como el dexpantenol, alfabisabolol, rusco, ácido glicirrético, y evitar los productos con alcohol, conservantes o perfumes. Es fundamental una evaluación dermatológica individualizada para determinar el tratamiento más adecuado.

En cuanto a la elección de la textura de la crema, esta va a depender del tipo de piel y de si existen o no afecciones. Los fluidos funcionan mejor para pieles mixtas o grasas, mientras que las cremas son ideales para pieles secas. Además, opciones como mascarillas y tratamientos como la mesoterapia con ácido hialurónico proporcionan una hidratación profunda. 

En invierno es el mejor momento para llevar a cabo aquellos tratamientos despigmentantes faciales intensivos, como peelings químicos o mascarillas algo agresivas, ya sea en casa o en centros especializados.

Los meses de frío pueden ser implacables con nuestra piel, pero con cuidados adecuados y la orientación profesional de los farmacéuticos, podemos protegerla y mantener su salud y vitalidad.