Trastornos digestivos como señal precoz de alzhéimer y párkinson: nuevas evidencias del eje intestino-cerebro
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Innovación en salud
Trastornos digestivos como señal precoz de alzhéimer y párkinson: nuevas evidencias del eje intestino-cerebro
Un estudio a gran escala integra datos clínicos, genéticos y proteómicos para mostrar que patologías del sistema digestivo pueden preceder en décadas al diagnóstico de enfermedades neurodegenerativas.

Escrito porRedacción MF
Publicado: 15 octubre 2025
En los últimos años el concepto del eje intestino-cerebro ha cobrado especial relevancia en neurología. De hecho, un estudio reciente publicado en Science Advances refuerza esta conexión con evidencia epidemiológica y molecular. Los investigadores han analizado grandes biobancos poblacionales para identificar asociaciones temporales, genéticas y proteómicas entre los trastornos digestivos, metabólicos y el riesgo futuro de padecer enfermedades neurodegenerativas, como alzhéimer y párkinson.
Estas enfermedades constituyen dos de los trastornos neurodegenerativos más comunes, ya que afectan a más de 400 millones de personas en todo el mundo. Además, el estudio señala que las formas esporádicas y de inicio tardío de alzhéimer y párkinson son causadas por factores genéticos y ambientales.
Una “ventana temprana” de oportunidad
La investigación parte de tres grandes fuentes de datos (UK Biobank, SAIL y FinnGen) y evalúa a escala poblacional la asociación entre 155 diagnósticos relacionados con trastornos endocrinos, nutricionales, metabólicos y del sistema digestivo y el riesgo posterior de alzhéimer y párkinson antes del diagnóstico neurodegenerativo. Asimismo, los investigadores del estudio consideraron los factores genéticos establecidos que se sabe que influyen en el desarrollo de estas patologías.
Los resultados muestran que un diagnóstico previo de ciertos trastornos endocrinos, nutricionales, metabólicos y relacionados con el sistema digestivo se asocia con un mayor riesgo de padecer alzhéimer o párkinson.
Trastornos gastrointestinales comunes pueden anticiparse hasta 15 años antes del diagnóstico neurodegenerativo
El estudio apunta que la predisposición genética tradicional (medida por scores poligénicos para alzhéimer o párkinson) tiende a ser menor en individuos con esos trastornos coexistentes, lo que sugiere un papel más relevante para factores ambientales o metabólicos en esos casos.
Además del componente clínico, el equipo evaluó biomarcadores plasmáticos empleando la plataforma Olink, con más de 1.400 proteínas medidas en decenas de miles de participantes del UK Biobank. Se identificaron 22 proteínas diferenciadas para alzhéimer y 156 para párkinson, algunas de ellas moduladas por la presencia de trastornos digestivos concomitantes.
Cuando se combinaron datos clínicos, genéticos y proteómicos en modelos integrados, estos superaron en capacidad predictiva a enfoques de modalidad única. Esto evidencia la utilidad de una visión multimodal en estratificación de riesgo.
De hecho, varios de estos trastornos gastrointestinales pueden presentarse hasta 15 años antes de los primeros síntomas neurodegenerativos, y su coexistencia modifica los niveles y la interpretación de biomarcadores plasmáticos utilizados en la predicción del alzhéimer y el párkinson. Este hallazgo tiene implicaciones directas en la validación clínica de nuevos paneles diagnósticos y en la lectura de biomarcadores en pacientes con comorbilidad digestiva.
A pesar de que el estudio es observacional y no establece causalidad definitiva, por lo que se deben valorar los resultados con cautela, los autores subrayan que la integración de datos digestivos y metabólicos en la investigación neurodegenerativa abre un nuevo frente en la prevención y el diagnóstico precoz, con el sistema digestivo como posible origen, o espejo, de los procesos neurodegenerativos.
Comprender la conexión entre los trastornos del eje intestino-cerebro y la neurodegeneración puede proporcionar información útil para las intervenciones terapéuticas, con importantes implicaciones para la prevención y el pronóstico de la enfermedad. Algo que puede ser de gran utilidad para que el profesional farmacéutico sea capaz de detectar con mayor facilidad estas patologías de forma precoz en sus pacientes.