Atrás Testosterona durante la etapa de posmenopausia, beneficios y riesgos a tener en cuenta

Testosterona durante la etapa de posmenopausia, beneficios y riesgos a tener en cuenta

El uso de testosterona en mujeres tras la menopausia se ha convertido en un tema de debate. Cada vez más pacientes buscan este tratamiento, pero los expertos advierten sobre sus posibles riesgos y limitaciones.

Mujer postmenopáusica

Escrito porRedacción MF

Publicado: 14 marzo 2025

En los últimos años, el interés por la testosterona en mujeres posmenopáusicas ha crecido notablemente. Antes, muchas pacientes eran reticentes a su uso, ya que temían algunos de sus efectos secundarios, como el crecimiento de vello facial o el engrosamiento de la voz. Sin embargo, cada vez son más las mujeres que buscan este tratamiento, alentadas por testimonios que han visto en redes sociales y por figuras públicas que alaban sus beneficios.

La importancia de la testosterona en la mujer 

Aunque tradicionalmente se ha considerado una hormona masculina, la testosterona también cumple funciones esenciales en el organismo de las mujeres. Y es que, esta sustancia también se produce en los ovarios y las glándulas suprarrenales, influyendo en la reproducción y el bienestar general femenino. Además de su impacto en la libido, también se cree que juega un papel importante en la densidad de los huesos, la función cognitiva y el metabolismo.

Los niveles de testosterona alcanzan su punto más alto en las mujeres sobre los 20 años y van disminuyendo gradualmente con la edad. En algunas mujeres, esta reducción puede causar una pérdida de deseo sexual, aunque esto varía según la persona. De hecho, hay mujeres con niveles bajos de testosterona que mantienen una libido saludable y otras con niveles normales que experimentan una disminución del deseo, por lo que no es determinante.

Beneficios potenciales y expectativas realistas 

Una serie de estudios han demostrado que dosis bajas de testosterona pueden aumentar la libido y mejorar la experiencia sexual en alrededor del 50% de las mujeres que la prueban. Sin embargo, no es una solución inmediata, ya que la función sexual femenina está influenciada por muchos otros factores, como el estado emocional y la relación de pareja. Además, algunas mujeres afirman que la testosterona ha mejorado su energía, claridad mental y bienestar general, aunque la evidencia científica al respecto sigue siendo limitada.

El efecto placebo también juega un papel relevante en estos tratamientos. En muchos estudios, las mujeres que tomaron placebo informaron mejoras similares en el estado de ánimo y la salud sexual a las que recibieron testosterona. Esto sugiere que el simple hecho de recibir atención médica y sentirse validadas en sus síntomas puede tener un impacto positivo.

Riesgos y precauciones 

Si bien la testosterona puede aportar beneficios en algunas mujeres, también puede causar ciertos riesgos. Los efectos secundarios pueden incluir acné, crecimiento excesivo de vello, irritabilidad, cambios en la voz y alteraciones en el ciclo menstrual. Además, a niveles elevados pueden incrementar el riesgo de cáncer de endometrio debido a la conversión de testosterona en estrógeno en el cuerpo.

Para minimizar riesgos, los expertos recomiendan un estricto seguimiento médico y el control de los niveles hormonales en sangre. El uso de testosterona no está indicado para todas las mujeres, y su prescripción debe basarse en una evaluación personalizada de cada caso.

Opciones de administración y regulación 

Actualmente, la opción más segura es el uso de geles de testosterona en dosis bajas, que se aplican sobre la piel. Sin embargo, en países como EE.UU., la FDA no ha aprobado su uso específico para mujeres, lo que limita el acceso a fármacos que estén regulados. Muchas mujeres recurren a formulaciones para hombres, ajustando manualmente la dosis, o a farmacias especializadas en compuestos. En Australia, por ejemplo, ya existe un gel de testosterona aprobado específicamente para mujeres.

Por otro lado, los expertos desaconsejan el uso de cápsulas subcutáneas, ya que liberan dosis elevadas de testosterona sin posibilidad de ajuste, lo que puede provocar efectos irreversibles.