Atrás El 'alivio' de la farmacia a los pacientes que conviven con dermatitis atópica

El 'alivio' de la farmacia a los pacientes que conviven con dermatitis atópica

Los profesionales de la farmacia comunitaria pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de quienes padecen esta enfermedad compleja.

El 'alivio' de la farmacia a los pacientes que conviven con dermatitis atópica

Escrito porRedacción MF

Publicado: 11 septiembre 2025

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel con un curso impredecible que afecta a cerca del 5% de los adultos, un porcentaje que puede aumentar hasta el 20% en el caso de los menores.

Esta afección eccematosa cursa con brotes de sequedad, prurito intenso y lesiones visibles que altera el sistema inmunológico y se caracteriza por provocar un gran picor y enrojecimiento de la piel.

Se trata de una patología con incidencia al alza que implica un reto constante para quienes la sufren más allá del ámbito dermatológico, debido a que condiciona rutinas y obliga a realizar cuidados continuos.

No hay una única causa que provoque la dermatitis atópica

Diversos factores fomentan la aparición de la dermatitis atópica:

  • Genéticos: la alteración de los genes responsables de las proteínas de la piel alteraría su estructura y la haría más vulnerable.
  • Ambientales: desde alérgenos hasta microbios, las temperaturas elevadas o bajas, el estrés, la dieta y ciertos irritantes químicos.
  • Inmunológicos: las defensas del cuerpo se sobreactivan y producen inflamación crónica en la piel.

La dermatitis atópica no es un problema aislado, sino que está asociada a enfermedades como asma, rinitis alérgica, alergias alimentarias y ansiedad, formando parte de lo que se conoce como “marcha atópica”.

Estas comorbilidades incrementan la complejidad del abordaje y hacen necesario que los profesionales sanitarios realicen un acompañamiento cercano.

Peor calidad de vida

El 83% de los pacientes con dermatitis atópica experimenta un deterioro severo de su calidad de vida. Este agravamiento viene marcado por insomnio, dolor, incomodidad y estigmatización social. Asimismo, el aspecto de la piel dañada puede generar inseguridad, aislamiento e incluso tendencias depresivas.

El diagnóstico en adultos se realiza por exclusión y hay que descartar otras enfermedades que pueden dar lesiones parecidas

En niños que padecen dermatitis atópica, esta realidad también afecta a las personas que les rodean, debido a que les origina una preocupación constante y tienen que adquirir nuevos hábitos para controlar los brotes de los pacientes.

Opciones de tratamiento

El tratamiento de la dermatitis atópica se suele basar en corticoides tópicos, inhibidores de la calcineurina y antihistamínicos, aunque en casos graves se realizan terapias biológicas o inmunomoduladoras sistémicas.

Sin embargo, la piedra angular del manejo cotidiano es la hidratación intensiva y constante de la piel con productos emolientes adaptados que restauran la barrera cutánea y reducen la frecuencia de los brotes.

Los procedimientos diarios indispensables para aliviar los síntomas y minimizar los cambios estéticos suelen ser prolongados y ocasionan un gasto económico elevado.

La farmacia supone un espacio cercano y accesible para el paciente con dermatitis atópica

El farmacéutico comunitario es un pilar de orientación y acompañamiento que ayuda a mitigar la carga física, psicológica y económica de la dermatitis atópica de diferentes maneras:

  • Aconsejar sobre el uso correcto de emolientes, diferenciando entre dermofarmacia y dermocosmética.
  • Identificar signos de mal control de la enfermedad: recomendar la derivación al médico cuando sea necesario.
  • Educar sobre rutinas de cuidado diario: evitar jabones agresivos, duchas muy calientes o ropa sintética.
  • Ofrecer apoyo emocional: escuchar y validar las dificultades que conlleva vivir con esta enfermedad.