Claves para entender y tratar la hidradenitis supurativa desde la farmacia
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Claves para entender y tratar la hidradenitis supurativa desde la farmacia
Una enfermedad inflamatoria crónica, dolorosa y desconocida que precisa comprensión y seguimiento del farmacéutico.

Escrito porRedacción MF
Publicado: 08 julio 2025
La hidradenitis supurativa es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, no contagiosa, que se suele manifestar tras la pubertad y que afecta sobre todo a mujeres. También conocida como acné inverso, se caracteriza por la aparición recurrente de nódulos y abscesos dolorosos bajo la piel en zonas donde se encuentran glándulas sudoríparas apocrinas: axilas, ingles, región perianal, glúteos y bajo las mamas.
Su origen exacto no se conoce con precisión, pero se ha observado una combinación de factores genéticos, inflamatorios, hormonales y ambientales. No se trata de una infección ni es fruto de una higiene diferente. Sin embargo, provoca un fuerte impacto psicológico asociado a dolor crónico, supuración persistente, cicatrices e incluso limitación funcional, algo que afecta gravemente a la calidad de vida del paciente.
El diagnóstico de la hidradenitis supurativa se suele retrasar varios años, una circunstancia que dificulta su abordaje y agrava su evolución. Por ello, es fundamental que los farmacéuticos contribuyan en la labor de detección precoz, como primer punto de contacto ante el paciente.
El farmacéutico, aliado en la gestión diaria
El papel del farmacéutico comunitario es clave para acompañar al paciente en su día a día, orientarle sobre el tratamiento y mejorar su calidad de vida. Aunque el abordaje médico se debe individualizar y suele requerir antibióticos, antiinflamatorios o terapias biológicas, el oficial de farmacia puede intervenir de forma activa a través de la educación sanitaria, la detección de signos de alarma y el seguimiento de la adherencia.
Entre las recomendaciones más útiles que puede realizar el farmacéutico destacan:
- Promover hábitos de higiene suaves sin productos irritantes y recomendar limpiadores específicos para piel sensible o con tendencia acneica.
- Aconsejar el uso de ropa holgada de algodón para reducir la fricción en las zonas afectadas.
- Informar sobre la importancia de mantener un peso saludable y abandonar el tabaco, dos factores estrechamente vinculados al empeoramiento de los brotes.
- Evitar la depilación agresiva con cuchilla o cera en zonas sensibles.
- Recomendar el uso de antisépticos suaves en gel o solución tópica como medida preventiva en zonas propensas a lesiones.
Además, el farmacéutico puede identificar signos que indiquen una progresión de la enfermedad, como la aparición de múltiples trayectos fistulosos o abscesos recurrentes, y derivar al paciente a una consulta dermatológica si aún no está diagnosticado.
Escuchar, acompañar y normalizar
La dimensión emocional del paciente con hidradenitis no se debe subestimar, ya que son frecuentes el estigma, la vergüenza o el aislamiento social. El mostrador de la farmacia puede convertirse en un espacio donde el paciente se sienta escuchado y comprendido, especialmente cuando sufra brotes dolorosos o el sistema sanitario tarde en ofrecerle soluciones.
La empatía, junto con una atención individualizada y bien informada, convierte a la farmacia en un lugar esencial para un paciente que muchas veces siente que nadie entiende su enfermedad. Incorporar esta sensibilidad en la práctica diaria contribuye tanto al bienestar físico como al emocional, un aspecto clave al manejar patologías tan complejas como esta.