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Gestión de liquidez en farmacias: claves para un flujo de caja eficiente y sostenible

La correcta administración del flujo de caja es esencial para la viabilidad de las farmacias, garantizando estabilidad, capacidad de inversión y relaciones sólidas con los proveedores.

Gestión de liquidez en farmacias: claves para un flujo de caja eficiente y sostenible

Escrito porRedacción MF

Publicado: 03 febrero 2025

La gestión de la liquidez es un factor decisivo en el éxito de cualquier negocio. En el caso de las farmacias, esto resulta aún más crucial. Un flujo de caja saludable permite a estos establecimientos cubrir sus obligaciones financieras, invertir en su desarrollo y mantener su funcionamiento diario sin contratiempos. Según explica Marta Torres, asesora financiera de la Sección de Crédito de Cofares, gestionar la liquidez significa controlar el dinero que entra y sale del negocio. Esto implica equilibrar ingresos y egresos: desde las ventas de medicamentos y productos de parafarmacia hasta los costes operativos, como el inventario, los salarios y el alquiler.

Para lograr una gestión eficiente, es importante aplicar una serie de estrategias que permitan optimizar el flujo de caja. La planificación financiera es el primer paso esencial. Elaborar un presupuesto detallado ayuda a prever los ingresos mensuales y anuales, teniendo en cuenta tanto la estacionalidad como las tendencias del mercado. Al mismo tiempo, es indispensable identificar y registrar los gastos fijos, como los alquileres y los salarios, así como los gastos variables relacionados con la compra de inventario y suministros. Un control periódico del presupuesto permitirá comparar estos datos con los resultados reales, detectando áreas donde se pueda mejorar.

Mantener el equilibrio adecuado entre existencias evita tanto el desabastecimiento como la acumulación innecesaria

Otro aspecto clave es el control del inventario, ya que mantener el equilibrio adecuado entre existencias evita tanto el desabastecimiento como la acumulación innecesaria. Técnicas como el análisis ABC, que clasifica los productos según su valor y frecuencia de venta, ayudan a mejorar la gestión del stock. De igual forma, establecer relaciones de confianza con proveedores garantiza entregas puntuales y abre la posibilidad de negociar mejores condiciones de pago.

En cuanto a los pagos, la optimización y automatización de estos procesos puede generar importantes beneficios. Negociar descuentos por volumen o por pagos anticipados mejora las finanzas del negocio. Centralizar y automatizar el control de los pagos mediante sistemas electrónicos no solo ahorra tiempo, sino que reduce significativamente los errores.

La predicción de la demanda también juega un papel fundamental. Analizar los datos históricos de dispensación y ventas permite anticipar las necesidades futuras de inventario, lo que contribuye a ajustar la oferta de productos de forma eficiente. Además, mantenerse informado sobre las tendencias del mercado ayuda a tomar decisiones estratégicas en cuanto a la gama de productos disponibles.

El uso de software especializado de gestión, una herramienta indispensable para muchas farmacias

Una buena gestión de la liquidez también implica mantener una reserva de efectivo para cubrir imprevistos. Contar con este fondo de emergencia proporciona estabilidad ante situaciones inesperadas. Por otro lado, el exceso de liquidez puede destinarse a inversiones de bajo riesgo, generando así ingresos adicionales.

El uso de software especializado de gestión se está convirtiendo en una herramienta indispensable para muchas farmacias. Estos programas permiten automatizar tareas administrativas, como la contabilidad o el control de inventario, y ofrecen visibilidad en tiempo real del estado financiero. Esta información actualizada mejora la toma de decisiones estratégicas, lo que resulta crucial en un entorno empresarial dinámico.

Los beneficios de una correcta gestión de la liquidez son numerosos. Una farmacia con un flujo de caja saludable reduce el riesgo de insolvencia, mejora su capacidad para invertir en nuevos productos y servicios, y fortalece las relaciones con sus proveedores al cumplir con los pagos a tiempo. Así, todo ello contribuye a consolidar una operación sostenible a largo plazo, garantizando la capacidad de adaptación en un mercado en constante evolución.