Cómo combatir el estrés en Navidad

Compras navideñas de última hora, cenas y comidas con amigos y familia, viajes y estancias que ponen a prueba la manera de afrontar imprevistos y complicaciones… Son muchas las situaciones que se presentan a final de año que pueden causar verdadero estrés. Y es la forma en la que reaccionamos al estrés es lo que marca el modo en que afecta a nuestro bienestar.

El estrés, en ocasiones, puede ser positivo, ya que te mantiene alerta, motivado y preparado para evitar el peligro, pero se convierte en todo un problema cuando los factores estresantes son continuos y no hay periodos de relajación.

Los síntomas del estrés pueden incluir ansiedad, miedo, enfado o agresividad, tristeza, irritabilidad, frustración y depresión. Sin embargo, estos no siempre son emocionales y psicológicos, sino que también el organismo reacciona ante una situación de estrés con dolores de cabeza, náuseas, problemas digestivos, hiperventilación, sudoración y palpitaciones. Además, el estrés también afecta al comportamiento: algunas personas se aíslan socialmente, se vuelven más inflexibles, lloran con facilidad, tienen problemas para conciliar el sueño y pueden adquirir algún hábito de dependencia.

En este sentido, es importante que desde la farmacia se den a conocer los síntomas al paciente para que éste pueda reconocer el problema y saber relacionar los signos físicos y emocionales con las situaciones que los provocan. 

Recomendaciones detrás del mostrador

Estos son algunas de las recomendaciones que puede dar el farmacéutico al paciente detrás del mostrador para combatir el estrés en Navidad:

• Dedicar espacio a lo importante: el autocuidado emocional es esencial. Por ello, dedicar tiempo a actividades que aporten calma, como el deporte, la meditación o el descanso, ayuda a recuperar perspectiva y serenidad.
• Regalos y planes con sentido: valorar más las experiencias compartidas que los regalos materiales reduce la sensación de exigencia. También es importante planificar los desplazamientos y los horarios para evitar tensiones innecesarias.
• Cuidar de tus vínculos: la escucha activa, los pequeños gestos y el agradecimiento ayudan a crear ambientes más amables. Además, hablar de quienes ya no están puede aliviar su ausencia.
• Desconectar del móvil y del perfeccionismo: reducir el uso del teléfono móvil facilita una presencia más plena durante estas festividades. Asimismo, rebajar las expectativas respecto al año que termina aporta una sensación de alivio y logro.