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Cómo gestionar un siniestro en la oficina de farmacia

Estar preparado ante un imprevisto marca la diferencia a la hora de reclamar la cobertura del seguro y resolver la situación de la mejor manera posible.

Cómo gestionar un siniestro en la oficina de farmacia

Escrito porRedacción MF

Publicado: 02 octubre 2025

Incendio, robo, actos vandálicos… una farmacia comunitaria está expuesta también a cualquier tipo de siniestro. De entre los más relevantes que pueden ocurrir, también están los fallos en los servicios del inmueble, problemas informáticos, fenómenos meteorológicos extremos (como ocurrió hace casi un año con la Dana) o cualquier tipo de incidencia con clientes.

Una vez sucede cualquiera de estos imprevistos que daña o interrumpe directamente la actividad en el centro de trabajo, se activan mecanismos derivados del seguro contratado por el titular de farmacia comunitaria.

Tener una cobertura adecuada para la oficina de farmacia permite contar con servicios como asistencia urgente, recuperación de datos o reparación de emergencias, así como recibir indemnizaciones por daños materiales, interrupción de actividad o responsabilidad civil.

La gestión de estas situaciones determinará si se pueden recuperar las pérdidas o hay que asumir los costes

Comunicación del hecho

La gestión adecuada de un siniestro requiere seguir un procedimiento ordenado. Si se trata de una urgencia se debe contactar enseguida con la compañía aseguradora.

En los demás casos, el primer paso es conectar con el asesor de seguros, quien realiza una primera labor de orientación para evitar malentendidos:

  • Revisa si el siniestro está cubierto por la póliza del asegurado
  • Ofrece orientación sobre si procede realizar una reclamación
  • Recuerda los canales de comunicación existentes

Recopilación de documentación

La reclamación tiene que ir acompañada con los documentos específicos necesarios, de los cuales la copia de la póliza suele ser imprescindible. El asegurado también remite:

  • Una identificación oficial
  • Un informe del siniestro: elaborado por un policía o un perito, si es menester
  • Fotografías o videos del daño
  • Facturas o recibos de los bienes afectados

El asesor indica de manera detallada qué documentación es precisa y facilita su recogida y envío a la aseguradora.

Estar asegurado con coberturas adecuadas puede marcar la diferencia

Evaluación del caso

La aseguradora investiga el hecho, valora la reclamación y, si procede, cuantifica la indemnización. El asesor de seguros supervisa esta fase para que resulte transparente y aclara las dudas o discrepancias del farmacéutico con la intención de evitar demoras innecesarias.

Si la reclamación es válida, la aseguradora estima la cantidad a indemnizar. El asesor se encarga de que los cálculos sean acordes con la póliza contratada y el cliente conozca la metodología empleada. Además, está disponible para resolver posibles disconformidades con la decisión.

Compensación y cierre

Una vez que se acuerda la indemnización llega el momento de la liquidación. En este procedimiento el asesor gestiona con la aseguradora cualquier posible inconveniente y contribuye a que el asegurado reciba la compensación que corresponda.

El proceso concluye con la reparación o el pago de los daños, momento en el que el siniestro se da por cerrado. Para terminar, el asesor de seguros corrobora que el asegurado queda satisfecho con la experiencia resulta satisfactoria y el farmacéutico retoma su actividad habitual.