El aumento de la demencia, una de las consecuencias directas del envejecimiento poblacional

El incremento de la esperanza de vida está directamente relacionado con el aumento de los diagnósticos de demencia. Esta es la principal conclusión de un estudio reciente publicado en Nature Medicine. El trabajo plantea que hasta un 40% de la población podría desarrollar algún tipo de demencia a lo largo de su vida, una cifra que supera con creces estimaciones previas.

A diferencia de otras hipótesis que apuntan a factores ambientales o hábitos modernos, los investigadores destacan que el crecimiento en los casos de demencia no se debe necesariamente a una mayor incidencia de la enfermedad en términos proporcionales, sino a que más personas viven lo suficiente como para desarrollar la enfermedad.

La prevalencia de demencia se mantiene relativamente baja en edades más tempranas, pero aumenta de manera significativa a partir de los 85 años

Según la investigación, la prevalencia de demencia se mantiene relativamente baja en edades más tempranas (4% en mayores de 75 años), pero aumenta de manera significativa a partir de los 85 años, cuando uno de cada cinco adultos presenta signos clínicos de esta patología. Estos datos refuerzan la idea de que la edad avanzada es el principal factor de riesgo.

Además, el estudio aclara que no se observa un aumento sustancial en los índices de demencia entre personas de menor edad, lo cual sugiere que no estamos ante una "epidemia" en términos tradicionales, sino ante un cambio demográfico con consecuencias clínicas.

La metodología del estudio, basada en cohortes poblacionales amplias y en proyecciones a largo plazo, permite estimar con mayor precisión el riesgo acumulado de demencia a lo largo de la vida. Hasta ahora, las estimaciones se centraban en la prevalencia en momentos específicos o en grupos etarios concretos.

Los hallazgos ponen de relieve la necesidad de reforzar las estrategias de prevención, diagnóstico temprano y apoyo a largo plazo para una población envejecida

Este enfoque longitudinal revela que la probabilidad de desarrollar demencia se acumula con los años, lo que tiene importantes implicaciones para la planificación sanitaria y los recursos de atención a largo plazo. Según los propios autores, “el aumento en los casos de demencia no es tanto un reflejo de una mayor vulnerabilidad individual, sino de un éxito colectivo en términos de longevidad”.

Desde el punto de vista clínico y de salud pública, los hallazgos ponen de relieve la necesidad de reforzar las estrategias de prevención, diagnóstico temprano y apoyo a largo plazo para una población envejecida, así como de preparar al sistema sanitario para un incremento progresivo pero previsible de casos en las próximas décadas.