Los fármacos cardiovasculares podrían reducir el riesgo de sufrir demencia
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Los fármacos cardiovasculares podrían reducir el riesgo de sufrir demencia
Una investigación impulsada por el Instituto Karolinksa estima en un 25% menos la posibilidad de padecer algún tipo de demencia con el uso a largo plazo de estos medicamentos.

Escrito porRedacción MF
Publicado: 21 noviembre 2024
La íntima relación entre la mala salud cardiovascular y el futuro riesgo de padecer algún tipo de demencia tiene cada vez más evidencia científica. Investigadores del Instituto Karolinska de Suecia, centro referente en Europa, sugieren que la correcta toma a largo plazo de medicamentos cardiovasculares reduce la posibilidad de acabar desarrollando una de estas enfermedades neurodegenerativas. El estudio, publicado recientemente en Alzheimer's & Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association, estima esa reducción del riesgo en hasta un 25% menos.
De hecho, la combinación de distintos tratamientos para aquellos pacientes que necesiten tomarlos por descompensaciones en sus niveles, por ejemplo, de presión arterial, tienen incluso un efecto de protección mayor de cara al riesgo de sufrir demencia en la vejez.
Medicamentos antihipertensivos, diuréticos, para el colesterol y anticoagulantes son algunos de los analizados. Comprobaron que la adherencia a estos tratamientos permitió reducir significativamente los diagnósticos de demencia, que aquellas personas que no los tomaban. Y si estas terapias se extendían por más de cinco años, también se conseguía una disminución en la tasa de diagnósticos.
La combinación de distintos tratamientos para aquellos pacientes que necesiten tomarlos por descompensaciones en sus niveles demostró una protección aún mayor frente al riesgo de desarrollar demencia
En el otro extremo, los antiagregantes plaquetarios estaban relacionados con más diagnósticos de demencia. Estos fármacos están destinados a prevenir ictus y detener la acumulación de plaquetas. Una de las tesis que manejan los investigadores para explicar por qué estos fármacos podrían aumentar la demencia tiene que ver con que su acción incrementa el riesgo de microhemorragias cerebrales, que están asociadas con el deterioro cognitivo.
Además, destacan en las conclusiones del estudio que este puede ser una “importante pieza” del puzle para avanzar en nuevos hallazgos vinculados a esta patología. “Actualmente no temenos una cura para la demencia, por lo que es clave encontrar medidas para prevenirla”, explicó Alexandra Wennberg, principal investigadora del estudio e investigadora del Instituto de Medicina Ambiental del Karolinska.
En este sentido, también reseñaron la importancia de sumar más evidencia científica en el futuro (con más ensayos clínicos aleatorizados que propicien entender los mecanismos que llevan a estos descubrimientos).
Por otra parte, el equipo de investigadores continúa sus trabajos enfocados a cómo la alimentación y el estilo de vida, unidos a los tratamientos con fármacos cardiovasculares, también pueden influir en el riesgo de demencia.
La investigación, que tomó como referencia datos de más de 88.000 ciudadanos suecos de más de 70 años diagnosticados con demencia entre 2011 y 2016, también examinó más de 880.000 controles. Los datos se extrajeron de bases de datos oficiales del gobierno sueco.