Fotoprotección: aprobados en la teoría, suspensos en la práctica

La fotoprotección es un tema fundamental en la salud pública, especialmente en países con altos niveles de radiación ultravioleta y muchas horas de sol. A pesar de que cada vez hay más concienciación sobre los riesgos de la exposición solar, como el envejecimiento prematuro de la piel y el cáncer de piel, la realidad es que la mayoría de las personas sigue fallando en la práctica de una fotoprotección efectiva.

Los farmacéuticos, como profesionales de la salud, juegan un papel crucial en la educación del público sobre la fotoprotección. Sabemos que el uso adecuado de protectores solares reduce significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de piel, sin embargo, estudios recientes demuestran que, aunque la mayoría de las personas conocen la importancia de aplicar protector solar, solo una minoría lo usa correctamente.

¿Por qué fallamos en la práctica?

Hay muchas causas y factores que hacen que exista una falta de adherencia a las recomendaciones de fotoprotección.

Algunos de ellos son:

• Falsa seguridad en la protección solar: Muchas personas creen erróneamente que una aplicación única de protector solar por la mañana es suficiente para todo el día. Sin embargo, los expertos recomiendan reaplicarlo cada dos horas y después de nadar o sudar.
• Dosificación inferior a la recomendada: El error más común es aplicar menos de la cantidad recomendada. La dosis correcta es de 2 mg/cm² de piel, lo que equivale a aproximadamente 30 ml para cubrir adecuadamente el cuerpo de un adulto. Un truco para calcular la cantidad necesaria para el rostro es colocar dos líneas de producto a lo largo del dedo índice y corazón.
• Desconocimiento sobre las etiquetas: A menudo, los pacientes no comprenden bien las etiquetas de los productos de protección solar, como el significado de FPS (Factor de Protección Solar) o la diferencia entre protección UVA y UVB.
• Resistencia al uso diario: Muchos evitan el protector solar por considerarlo incómodo o graso para la piel de la cara, y lo asocian únicamente con actividades al aire libre en verano. Sin embargo, la radiación UV está presente durante todo el año y puede penetrar a través de las nubes y ventanas.

El rol del farmacéutico en la educación fotoprotectora

Como farmacéuticos, es esencial no solo recomendar productos de protección solar, sino también educar a los pacientes sobre su uso correcto. Esto incluye:

• Demostración de la aplicación correcta: Mostrar la cantidad adecuada a usar y la técnica correcta de aplicación. Hacer hincapié en aplicar en zonas que siempre se olvida, como orejas, empeines y plantas de los pies.
• Consejos personalizados: Ayudar a elegir un protector solar adecuado según el tipo de piel, la actividad y las condiciones ambientales.
• Recordatorio de la necesidad de protección solar: Recordar la importancia de la protección solar diaria, independientemente del clima o la estación.
• Revisión de etiquetas: Explicar los términos clave en las etiquetas de los productos y cómo seleccionar uno con protección de amplio espectro.

El conocimiento sobre fotoprotección ha aumentado, pero la aplicación práctica de este conocimiento aún deja mucho que desear. Los farmacéuticos pueden ayudar a mejorar la situación, educando y orientando a sus pacientes para que implementen una protección frente al sol efectiva en su vida diaria.