Agujetas: cómo recuperarte antes y cuándo seguir entrenando
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Agujetas: cómo recuperarte antes y cuándo seguir entrenando
Las agujetas son habituales tras un esfuerzo físico poco familiar, pero cuando duelen de verdad pueden ralentizar tu día a día. Desde la farmacia, se puede ayudar a elegir las mejores medidas para aliviar las molestias y favorecer una recuperación más rápida.
Escrito porRedacción MF
Publicado: 27 noviembre 2025
Hacer ejercicio físico con una intensidad superior a la que el cuerpo está acostumbrado o después de un tiempo de inactividad, puede provocar que aparezcan las molestas agujetas musculares. Si bien no es un dolor que deba preocupar a aquellos que las padecen, muchas personas no saben cómo aliviar las molestias que aparecen y recurren al profesional de la farmacia en busca de técnicas efectivas que realmente mejoren la sensación.
¿Por qué aparecen las agujetas?
El dolor de agujetas se asocia a microlesiones generadas en el músculo tras el esfuerzo físico repentino, las cuales generan una respuesta inflamatoria que sensibiliza las terminaciones nerviosas que llegan a las fibras musculares.
La sensación de rigidez muscular no tiene por qué ser preocupante, pero dependiendo del tipo de ejercicio y lo fuera de común que sea para la persona, el dolor puede ser muy alto, incluso con pequeños movimientos cotidianos.
Medidas para aliviar las molestias
Existen muchos mitos alrededor de estas molestias musculares, como la ingesta de agua con azúcar. Sin embargo, estas son algunas medidas avaladas por los expertos para aliviar el dolor y mejorar más rápidamente:
- Movimiento: muchas personas creen que lo correcto es reposar de manera drástica, como si el cuerpo estuviera enfermo y no pudiera afrontar la actividad física. Sin embargo, mantener un ejercicio suave, como caminar, puede mejorar el alivio, aunque al principio genere cierto dolor.
- Masaje: la sensación de rigidez asociada a las agujetas se puede aliviar masajeando la zona, ya sea manualmente o con herramientas como rodillos o pistolas de masaje, que destensen la musculatura.
- Frío: aplicar frío local, o incluso realizar inmersiones de contraste con agua con hielo o agua caliente puede ayudar a sentir alivio.
- Estiramientos: de manera suave y sin forzar el cuerpo, realizar pequeños estiramientos ayudará a mejorar la sensación de rigidez y aportar movilidad a las zonas doloridas.
Lo cierto es que el ejercicio suave puede ayudar a acelerar la recuperación por el aumento de flujo sanguíneo en la zona, que elimina los desechos por la inflamación y mejora la oxigenación del músculo implicado.
No obstante, se deben evitar los ejercicios intensos hasta que el músculo haya recuperado su capacidad habitual, ya que aumentar la carga demasiado pronto puede empeorar el dolor o prolongarlo.
¿Cómo puede ayudar la farmacia?
El equipo farmacéutico puede orientar sobre qué productos se adaptan mejor a cada situación:
- Geles o cremas de efecto frío/calor, útiles para modular la sensación de dolor.
- Productos tópicos con árnica o ingredientes calmantes, que pueden acompañar las medidas físicas.
- Complementos de magnesio, cuando resulte adecuado, para apoyar la función muscular.
- Rodillos y accesorios de automasaje, cada vez más presentes en farmacias, para facilitar el tratamiento en casa.
Además, desde la farmacia también se puede valorar si el cuadro encaja con agujetas comunes o si, por el contrario, el dolor sugiere una sobrecarga más importante que requiera otro tipo de atención, como en el caso de una rotura o desgarro muscular.