¿Regular el consumo de bebidas energéticas?

Actualmente no existe a nivel nacional ni europeo una regulación específica sobre los ingredientes que pueden contener las bebidas energéticas, ni tampoco de sus concentraciones máximas y sus posibles combinaciones. Es por esto que, desde hace un tiempo, en diversas comunidades autónomas ha surgido el interés por regular o incluso prohibir su consumo entre menores. 

La primera en tomar la iniciativa ha sido la Xunta de Galicia, que ha implantado estas medidas anunciadas en su nueva ley para la prevención de adicciones. Esta decisión ha supuesto un punto de inflexión para el resto de las comunidades, ya que Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Navarra y el País Vasco prevén estudiar la regulación. Por parte de la Comunidad Valenciana y Castilla y León, ambas han comunicado que ya se ha empezado a abordar la cuestión. 

La Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha manifestado su respaldo ante la iniciativa, considerando que estas políticas pueden ayudar a reducir el consumo de este tipo de líquidos, que suponen un riesgo para la salud de los más jóvenes.

A través de su Grupo de Trabajo de Nutrición, la SSE subraya que las bebidas energéticas contienen altos niveles de azúcares y, por tanto, elevan considerablemente el riesgo de sobrepeso y obesidad. Además, por la cantidad de cafeína que contienen, su consumo está muy asociado a alteraciones del sueño e, incluso, a efectos psicológicos y alteraciones del comportamiento, así como trastornos cardiovasculares. En este contexto, los epidemiólogos señalan que las bebidas energéticas pueden generar dependencia física y que su consumo junto con alcohol puede resultar en estados de alteración que reducen la percepción de la intoxicación etílica.

Medidas para prevenir riesgos

En el año 2019, el mismo Grupo de Trabajo de Nutrición de la SSE publicó un artículo en el que se recogían propuestas y medidas para prevenir la obesidad y las enfermedades crónicas y potenciar de esta forma los entornos alimenticios saludables. 
Entre las propuestas, se encuentra la regulación de la publicidad de alimentos y bebidas no saludables dirigidas a menores por parte de los medios de comunicación. También figuraba la prohibición de patrocinios de estas bebidas en congresos, eventos deportivos y avales de asociaciones científicas o profesionales de la salud.

Otras medidas que se han puesto sobre la mesa son la promoción de máquinas expendedoras con una oferta completamente saludable en centros educativos, sanitarios y deportivos. Se suman la implantación de un impuesto de al menos del 20% a las bebidas azucaradas; la aplicación de un etiquetado frontal interpretativo; y la reformulación de los productos procesados para hacerlos más saludables.

Los jóvenes, el grupo más expuesto al consumo de estimulantes

En la última encuesta sobre uso de drogas en enseñanzas secundarias en España (ESTUDES), elaborada por el Ministerio de Sanidad en 2021, se reveló que casi la mitad de los estudiantes habían consumido bebidas energéticas en el último mes, con una prevalencia mayor en hombres (50,7%), que en mujeres (39%). Esta información corrobora que los jóvenes son uno de los grupos poblacionales más expuestos al consumo de estos estimulantes.

Ante estos datos, la AESAN ha hecho públicas algunas recomendaciones ayudar a moderar el consumo y prevenir riesgos: 

• Se desaconseja por completo el uso de bebidas energéticas a niños y niñas, adolescentes, mujeres embarazadas y en periodo de lactancia. También a personas con hipertensión o problemas cardiovasculares y aquellas que padezcan alteraciones del sueño.
• No mezclar las bebidas energéticas con alcohol. 
• No utilizar las bebidas energéticas como hidratantes tras realizar deporte.
• En caso de su consumo, hacerlo ocasionalmente y eligiendo los formatos de menor tamaño. Consultar al médico en caso de tomar medicación de manera habitual.