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¿Mi mascota sufre estrés?

Las visitas en casa o el traslado a otros lugares puede causar estrés y alteraciones en el comportamiento a nuestras mascotas. Mantener sus rutinas y saber cómo actuar en estos casos es primordial para su bienestar.

Mascota estrés

Escrito porRedacción MF

Publicado: 13 septiembre 2022

Los gatos son animales de costumbres, les gusta tener el control de su territorio y unas rutinas estables. Si notas que tu gato se comporta de forma distinta u observas que su actividad diaria ha cambiado, es que algo le está pasando y, como no hablamos el mismo lenguaje, a veces nos puede resultar complicado entender qué nos quiere decir. Por eso es importante conocer su lenguaje corporal, para detectar cuándo necesitan nuestra ayuda para sentirse tranquilos y a gusto en su hogar.

Por ejemplo, si las orejas de tu gatito están plegadas, si echa los bigotes hacia atrás, o si sus ojos están muy abiertos, es posible que se sienta nervioso o estresado. Al contrario, su forma de mostrar que está tranquilo y a gusto es con las orejas hacia delante, los bigotes relajados y los ojos entrecerrados. 

Recuerda que lo que para un gato puede ser normal, para otro podría ser algo aterrador. Ten esto en cuenta si en tu casa conviven varios gatos, cada uno tiene su carácter, pero si detectas cualquier cambio en su comportamiento habitual procura actuar para ayudarle.

Algunas de las situaciones que más estresan a los gatos son las reformas, las mudanzas, las visitas de amigos, la llegada de un nuevo miembro a la familia, ya sea un bebé u otra mascota, y nuestros cambios de rutina. ¿Y cómo nos muestran su preocupación y ansiedad? Los principales signos de estrés son el marcaje con orina, los arañazos verticales, tener miedo a todo, esconderse, comer menos y acicalarse en exceso.

Una vez identificadas las causas, hay que evitarlas. Si es externa y no es algo que el propietario pueda evitar, como por ejemplo el ruido de los petardos, recomendaremos premiar a las mascotas cuando se porten bien mediante cosas que les gusten, como juegos o caricias. Para reducir los ruidos, podemos aconsejar que bajen las persianas y cierren las ventanas en casa. También, poner la televisión o música a un volumen moderado, ya que están acostumbrados a este tipo de sonidos y enmascararán esos otros que tanto les asustan. 

Lo primero de todo es ayudar a identificar los signos de miedo para saber qué les asusta y cómo ayudarles. Normalmente los perros suelen ladrar, llorar, temblar y esconderse.