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Alcohol en las heridas: el mito que conviene desterrar

El alcohol no es el mejor aliado para desinfectar heridas. La evidencia científica demuestra que existen alternativas más eficaces y menos agresivas para la piel que se pueden aconsejar desde la farmacia.

Hombre echándose alcohol en una herida

Escrito porRedacción MF

Publicado: 06 noviembre 2025

Durante años, muchas generaciones crecieron creyendo que el alcohol era el mejor desinfectante para cualquier herida. El ritual era idéntico siempre: las caídas, raspaduras y pequeños cortes iban acompañados del escozor característico del alcohol del botiquín de los hogares. Sin embargo, hoy sabemos que esa práctica no solo es innecesaria, sino que además puede ser contraproducente.

Aquí, el farmacéutico desempeña un papel esencial, ya que es uno de los primeros profesionales sanitarios a los que se suele acudir en caso de pequeñas heridas o cortes. Desde la farmacia, se puede ofrecer una atención inmediata, explicar cómo limpiar correctamente la zona afectada y recomendar el producto más adecuado en cada caso.

El alcohol etílico tiene una potente acción antiséptica sobre la piel, pero no es adecuado para aplicar directamente en los casos que haya heridas abiertas, ya que, al entrar en contacto con los tejidos lesionados, este líquido irrita y daña las células sanas, retrasando el proceso de cicatrización. Además, el alcohol provoca un dolor intenso que no aporta ningún beneficio adicional a la limpieza o la desinfección.

Por qué no se debe usar alcohol en una herida

Desde la farmacia, es importante informar a los pacientes sobre los riesgos que existen al emplear productos inadecuados en el tratamiento de las pequeñas lesiones del día a día. Explicar de forma clara por qué el alcohol no debe aplicarse directamente sobre heridas abiertas ayuda a desmontar mitos muy arraigados y a promover un cuidado más eficaz y respetuoso con la piel. Algunos de los efectos de este líquido sobre las heridas son:

  • Lesiona el tejido: destruye las células que participan en la regeneración cutánea.
  • Retrasa la cicatrización: la irritación local provoca inflamación y empeora la recuperación.
  • Aumenta el dolor innecesariamente, sobre todo en heridas superficiales o en la piel de los más pequeños.
  • No es más eficaz que otros antisépticos más suaves y seguros.

Alternativas seguras y eficaces al alcohol

Para limpiar correctamente una herida, lo importante es retirar la suciedad y reducir el riesgo de infección sin dañar la piel.

Los productos más recomendados son:

  • Suero fisiológico: limpia la herida de manera mecánica y suave.
  • Clorhexidina: desinfecta eficazmente y es bien tolerada por la piel.
  • Agua y jabón neutro, si no se dispone de los anteriores, para una limpieza inicial.

Desde la farmacia, se puede orientar al paciente sobre qué tipo de producto aplicar según el tipo de herida, su localización o el estado de la piel.

Además, se puede explicar cómo realizar la limpieza, cuándo cubrir la zona y qué signos vigilar para detectar una posible infección. 

Este acompañamiento profesional contribuye a una mejor recuperación de las heridas y evita errores que suelen ser habituales, como el uso de productos irritantes.