La “dieta de las princesas Disney”, una moda viral que pone en grave riesgo la salud de los adolescentes
Atrás La “dieta de las princesas Disney”, una moda viral que pone en grave riesgo la salud de los adolescentes
Visto en la red
La “dieta de las princesas Disney”, una moda viral que pone en grave riesgo la salud de los adolescentes
La educación en salud es crucial, especialmente entre los más jóvenes, por lo que la farmacia comunitaria debe colaborar en la difusión de hábitos alimentarios saludables.

Escrito porRedacción MF
Publicado: 13 agosto 2025
Objetivo: perder más de diez kilos en tan solo 15 días, siguiendo unas pautas alimenticias tan surrealistas como peligrosas para la salud de los más jóvenes. La conocida como “dieta de las princesas Disney” es una nueva moda que se ha vuelto viral en redes sociales y se basa en la alimentación de diferentes personajes de las famosas películas infantiles.
Esta “dieta” se inspira en diferentes princesas y esto es lo que establece que se puede comer según el personaje que toque cada día:
- Blancanieves: solo se pueden comer manzanas.
- Rapunzel: beber vinagre de manzana y agua en ayunas.
- Bella Durmiente: sustituir las comidas por té.
- Aurora: pueden hacerse tres mordiscos en cada “comida”, comiendo tres veces en este día.
- Pocahontas: consumir solo alimentos crudos.
- La Sirenita: ayuno total, bebiendo únicamente agua durante todo el día.
- Jasmín: consumir vegetales sin sobrepasar las 600 calorías diarias.
- Mulán: la comida será arroz y se podrá desayunar y cenar un té.
- Tiana: se consumirán solamente alimentos verdes, sin superar las 500 calorías.
- Esmeralda: solo tomar verduras, aunque el desayuno permite incluir leche desnatada y queso crema.
- Cenicienta: durante este día consiste en comer solo hasta las 12 del mediodía.
Esta tendencia que promueve la delgadez y no tiene ningún tipo de respaldo científico puede conllevar severas consecuencias para la salud tanto física como mental de quienes la siguen. Se trata de una pauta alimenticia extrema e hipocalórica que supone un grave riesgo, sobre todo para los más jóvenes que se encuentran en edad de crecimiento.
Consecuencias físicas
Este régimen supone una gran restricción calórica, desequilibrio en algunos nutrientes y exclusión de muchos alimentos fundamentales, lo que dista mucho de un estilo de vida saludable. El plan limita la ingesta diaria a 600 kcal o menos, muy lejos de las 2.050 kcal recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en adolescentes.
En este contexto, es importante desmontar la “dieta de las princesas”. Beber vinagre de manzana y agua en ayunas en el día de Rapunzel puede irritar la mucosa gástrica. Si, como la Bella Durmiente, únicamente se bebe té y este es diurético, podría provocar deshidratación. Comer en el día de Blancanieves solo manzanas, aunque son ricas en fibra, vitamina C y potasio, constituyen un sustento alimenticio escaso. Y lo mismo ocurre con el hecho de comer únicamente arroz, como Mulán, o verduras, como Tiana o Esmeralda, que conlleva un déficit nutricional.
Por otro lado, eliminar por completo la cocción en el día de Pocahontas puede suponer un peligro en lo que a la proteína animal se refiere, dependiendo del tipo de alimento, además de complicar las digestiones. Beber solo agua, como La Sirenita, lleva a la falta de nutrientes esenciales, lo que desencadenaría problemas graves de salud. Además, el día de Cenicienta en el que solamente es posible comer hasta las 12 se asemeja a un ayuno intermitente sin supervisión que puede derivar en consumir pocas calorías y, por lo tanto, afectar al rendimiento físico y mental.
Consecuencias mentales
Las princesas Disney son reconocidas por su belleza y delgadez, al contrario de lo que ocurre con las villanas, como Úrsula (de ‘La Sirenita) o la Reina de Corazones (de ‘Alicia en el País de las Maravillas’), que normalmente son representadas con cuerpos más anchos, con mayor peso y actitudes que las hacen ser ‘no deseables’.
Este tipo de contenido tiene un gran impacto entre el público joven y, en especial, el femenino, que está más preocupado por seguir unos estándares de belleza determinados y que, en muchas ocasiones, son perjudiciales para la salud.
Esto puede desencadenar un trastorno de la conducta alimentaria (TCA), por lo que desde la farmacia comunitaria es imprescindible saber reconocerlo y colaborar en la difusión de hábitos alimentarios saludables para mejorar la educación en salud.
Las personas con trastorno alimentario suelen preocuparse excesivamente por el peso y la imagen corporal, lo que puede reflejarse en la farmacia en:
- Consulta sobre productos o consejos para la pérdida de peso.
- Consulta sobre productos orientados a mejorar la imagen física (cremas anticelulíticas, “quemagrasas”, etc).
- Consulta sobre productos para la reducción del apetito.
- Consulta sobre productos empleados de forma disfuncional para la purga: diuréticos, laxantes.
- Asistencia excesivamente frecuente para comprobación del peso corporal en la báscula de la oficina de farmacia.
El farmacéutico debe considerar que las personas con TCA pueden tener cualquier peso, ser hombres o mujeres y tener cualquier edad. Así, en pacientes habituales de la oficina de farmacia, es importante observar si hay cambios en la figura corporal (por defecto o por exceso) a lo largo del tiempo.
Por tanto, la farmacia constituye un agente esencial para la detección, prevención y orientación de personas con riesgo o que ya padecen algún tipo de TCA.