Atrás Una dieta basada en ácidos grasos retardaría el crecimiento del cáncer de próstata

Una dieta basada en ácidos grasos retardaría el crecimiento del cáncer de próstata

Los hombres bajo vigilancia activa que siguieron una dieta baja en ácidos grasos omega-6 y alta en ácidos grasos omega-3, combinada con suplementos de aceite de pescado, tuvieron niveles significativamente más bajos de proliferación de células cancerosas después de un año.

Una dieta basada en ácidos grasos retardaría el crecimiento del cáncer de próstata

Escrito porRedacción MF

Publicado: 03 abril 2025

Los cambios en la dieta pueden ayudar a reducir el crecimiento de células cancerosas en pacientes sometidos a vigilancia activa. Un enfoque de tratamiento que implica el monitoreo regular del cáncer sin intervención inmediata, según una investigación dirigida por investigadores del Centro Oncológico Integral Jonsson de UCLA Health (Estados Unidos).

Los resultados muestran los beneficios de una dieta baja en ácidos grasos omega-6 y alta en ácidos grasos omega-3 combinada con suplementos de aceite de pescado. De tal forma que redujo significativamente la tasa de crecimiento de las células de cáncer de próstata en hombres con enfermedad en etapa temprana.

El Dr. William Aronson es profesor de urología en la Facultad de Medicina David Geffen de la UCLA y primer autor del estudio. Destaca que se trata de un paso importante para comprender cómo la dieta puede influir potencialmente en los resultados del cáncer de próstata.

Muchos hombres están interesados ​​en realizar cambios en su estilo de vida, incluyendo la dieta, para ayudar a controlar el cáncer y prevenir la progresión de la enfermedad. Nuestros hallazgos sugieren que algo tan simple como ajustar la dieta podría ralentizar el crecimiento del cáncer y prolongar el tiempo antes de que se necesiten intervenciones más agresivas”, señala.

El cáncer de próstata, una de las principales causas de cáncer en hombres, se diagnostica con frecuencia en etapas tempranas y localizadas. Se estima que el 50% de los hombres con cáncer de próstata de bajo riesgo que optan por la vigilancia activa en lugar del tratamiento inmediato en un plazo de cinco años necesitarán someterse a terapia con cirugía o radioterapia.

Algunos ensayos clínicos han estudiado el aumento del consumo de verduras y patrones de dieta saludables, pero no han encontrado impacto significativo en la ralentización de la progresión del cáncer. Este ensayo clínico prospectivo, denominado Capfish-3, que incluyó a 100 hombres con cáncer de próstata de bajo riesgo o riesgo intermedio favorable que optaron por la vigilancia activa. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a continuar con su dieta habitual o a seguir una dieta baja en omega-6 y alta en omega-3, suplementada con aceite de pescado, durante un año.

Los participantes del grupo de intervención recibieron asesoramiento dietético personalizado por parte de un nutricionista dietista titulado, presencialmente, a través de telemedicina o por teléfono. A todos ellos, se les orientó sobre alternativas más saludables y bajas en grasas a los alimentos ricos en grasas y calorías y sobre cómo reducir el consumo de alimentos con alto contenido de omega-6.

También se les aconsejó consumir pescado rico en ácidos grasos omega-3, como el salmón, y se les administraron cápsulas de aceite de pescado para obtener omega-3 adicionales. El objetivo era lograr un equilibrio favorable en la ingesta de grasas omega-6 y omega-3 y que los participantes se sintieran capaces de controlar cómo modifican sus hábitos. El grupo de control no recibió asesoramiento dietético ni tomó cápsulas de aceite de pescado.

Biomarcador Ki-67

Los investigadores rastrearon los cambios en un biomarcador llamado índice Ki-67, que indica qué tan rápido se multiplican las células cancerosas, un predictor clave de la progresión del cáncer, la metástasis y la supervivencia. Se obtuvieron biopsias del mismo sitio al inicio del estudio y nuevamente después de un año, utilizando un dispositivo de fusión de imágenes que ayuda a rastrear y localizar los sitios de cáncer.

Los resultados mostraron que el grupo con una dieta baja en omega-6 y rica en omega-3 y aceite de pescado tuvo una disminución del 15% en el índice Ki-67, mientras que el grupo de control vio un aumento del 24%. “Esta diferencia significativa sugiere que los cambios en la dieta pueden ayudar a retardar el crecimiento del cáncer, retrasando potencialmente o incluso previniendo la necesidad de tratamientos más agresivos”, concluye el Dr. Aronson.