Vomitar después de consumir alcohol para continuar bebiendo: los peligros que nadie te cuenta
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Vomitar después de consumir alcohol para continuar bebiendo: los peligros que nadie te cuenta
Aunque puede parecer un alivio temporal, esta reacción del cuerpo esconde riesgos y consecuencias importantes para la salud.
Escrito porRedacción MF
Publicado: 26 noviembre 2025
El alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida en España según el Ministerio de Sanidad, lo que provoca que haya numerosos mitos a su alrededor. Uno de los más extendidos es que vomitar puede eliminar posibles efectos negativos de su consumo, en especial la molesta resaca, pero esto no solo es falso, sino que además es una práctica que puede conllevar daños en el organismo.
Además, en las redes sociales y, especialmente entre los más jóvenes, está normalizado “presumir” de ser capaces de vomitar después de haber ingerido grandes cantidades de alcohol, para poder continuar bebiendo. Ante ello, el papel de los profesionales de la salud, incluidos los farmacéuticos, es advertir tanto de los efectos negativos del alcohol como de los riesgos de prácticas comunes asociadas a su ingesta, que son nocivas para la salud.
¿Por qué se puede vomitar tras beber alcohol?
Cada organismo reacciona de manera diferente al alcohol y esto puede también variar según la cantidad ingerida, por lo que no hay un mínimo de alcohol aceptable que no derive en vómito.
Vomitar es la respuesta física que tiene el cuerpo para intentar expulsar cualquier material que considere dañino para él. Por ello, se debe tener presente que el alcohol es una sustancia irritante para las mucosas del aparato digestivo y el hígado y, cuando este último no puede deshacerse de más acetato (reactivo químico en lo que se convierte), aparece el vómito.
La sensación de alivio que siente la persona tras expulsar el contenido del estómago lleva a la creencia de que provocar el vómito es una muy buena opción para sentirse bien y, en algunos casos, poder continuar con su ingesta. Sin embargo, esta práctica no implica eliminar posibles daños, independientemente de que sea provocado o natural, pero sí bastantes riesgos.
Posibles riesgos tras vomitar
Entre los posibles daños que puede implicar el vomitar tras consumir alcohol se encuentran:
- Malnutrición: al vomitar, no solo se expulsa el alcohol, sino todos los restos de comida ingeridos, lo que puede llevar a dificultar las funciones habituales del aparato digestivo, provocando desde inflamación hasta úlceras pépticas, gastropatías, gastritis o incluso cáncer. Además, un consumo alto de alcohol puede producir daños del tubo digestivo que deriven en inapetencia y mala absorción de nutrientes.
- Deshidratación: el alcohol de por sí deshidrata, pero combinarlo con el vómito puede aumentar el riesgo de deshidratación e impedir que el organismo funcione correctamente. Algunos síntomas pueden ser la sensación de fatiga, la boca seca o incluso más ganas de vomitar.
- Problema pulmonar: al intentar expulsar los líquidos del cuerpo, existe la posibilidad de respirar los fluidos gástricos que ascienden por la tráquea. Si esto sucede, el paciente puede sufrir una neumonía o una infección pulmonar.
- Ahogamiento: este riesgo es el más peligroso, ya que puede conllevar incluso la muerte de la persona. Es posible cuando el paciente tiene un alto grado de embriaguez ya que, mientras está desorientado o incluso inconsciente, el vómito obstruye sus vías de respiración y provoca el ahogamiento.
- Problemas dentales: el ácido presente en el vómito puede erosionar el esmalte dental, provocando sensibilidad, caries y debilitamiento de los dientes con el tiempo.
Cuanto menor sea el consumo, menores serán los riesgos de sufrir alguno de estos daños. Por ello, desde el mostrador de la farmacia es importante llevar a cabo una concienciación de la población, dando a conocer las consecuencias del consumo de alcohol.