Atrás La peligrosa tendencia de buscar el índice de UV más alto para broncearse

La peligrosa tendencia de buscar el índice de UV más alto para broncearse

Concienciar desde la farmacia de los daños que causa la sobreexposición solar es crucial para evitar un envejecimiento prematuro de la piel o disminuir el riesgo de padecer cáncer.

indice UV bronceado

Escrito porRedacción MF

Publicado: 18 agosto 2025

Buscar el momento del día en el que el índice de radiación ultravioleta (UV) es “perfecto” para broncearse se ha convertido en una práctica tan viral como peligrosa entre los más jóvenes. En los últimos años, se ha puesto de moda mostrar en las redes sociales “trucos” arriesgados para que la piel coja color en verano.

En TikTok o Instagram muchos presumen de un moreno excesivo e incluso muestran una piel rojiza, quemada, sin ser conscientes de los efectos nocivos para la salud que ello conlleva.

Mientras que dermatólogos y meteorólogos emplean las aplicaciones que informan acerca del pico más alto de UV del día para prevenir el daño solar, algunos jóvenes las están utilizando para todo lo contrario: exponerse durante las horas más peligrosas a esa perjudicial radiación ultravioleta y lograr así el bronceado en tiempo récord.

El riesgo se considera bajo cuando el índice UV se encuentra entre 0 y 2; moderado, entre 3 y 5; alto entre 6 y 7; y muy alto entre 8 y 10. Hay que tener en cuenta que el índice UV no está relacionado con la temperatura, es capaz de atravesar las nubes y los tejidos y puede rebotar en superficies reflectantes como metal, hormigón, agua y nieve.

En este sentido, la farmacia comunitaria debe adoptar un papel de educador y consejero de salud accesible a la población, así como ejercer una labor de concienciación y prevención fundamental. Es importante alertar, sobre todo, a los grupos más vulnerables: el farmacéutico puede dar pautas específicas para bebés, niños, personas mayores y embarazadas, ya que sus pieles son más sensibles.

Consecuencias de la sobreexposición solar

En España, se estima que se diagnosticaron 20.854 nuevos cánceres de piel en total en 2024, según el Observatorio del Cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), lo que representa un 7,18% del total de los tumores diagnosticados en este año.

Se conoce que el principal factor de riesgo para estos cánceres es evitable y está relacionado con las radiaciones ultravioletas, en su mayor parte procedentes de la exposición solar excesiva. Por ello, la AECC insta a tomar conciencia de la importancia de establecer las medidas de prevención adecuadas: evitar la exposición solar intensa, protegerse la piel y usar cremas fotoprotectoras.

Asimismo, exponerse a la luz solar de forma crónica acelera el envejecimiento de la piel, pues destruye el colágeno. En este sentido, se producen cambios cutáneos que incluyen arrugas tanto finas como gruesas, piel con textura rugosa similar al cuero, pigmentación moteada, lentigo (manchas grandes similares a pecas), piel cetrina y telangiectasias (también conocidas como varices en la cara).

Precisamente, una de las consecuencias de la exposición crónica a la radiación ultravioleta es la queratosis actínica, también denominada queratosis solar. Se trata de una lesión cutánea precancerosa que afecta, principalmente, a mayores de 50 años, personas con fototipos claros o con antecedentes de exposición solar prolongada.

Recomendaciones de la AEMPS

Para este año 2025, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha lanzado la campaña ‘En agosto, mantén el sol a raya’, para, a través de varias infografías dinámicas inspiradas en un tres en raya, advertir de la importancia de proteger la piel del sol en diferentes situaciones. Estas son algunas de las recomendaciones:

  • Evitar la exposición solar entre las 12 y las 16 horas y protegerse con prendas físicas.
  • No permanecer mucho tiempo al sol, incluso con protector solar.
  • Garantizar una protección segura en días nublados y en entornos que reflejan radiación, como el agua.
  • Usar protector solar en todas las estaciones del año que proteja frente a radiación UVA y UVB; emplear fórmulas de fácil aplicación resistentes al agua y al sudor. 
  • En la playa y en el mar, asegurar una correcta hidratación, aplicar el protector solar 30 minutos antes y reaplicar con frecuencia.
  • En una actividad física deportiva, beber con frecuencia y aplicar crema hidratante después del sol.
  • En rutas de montaña, emplear gafas de sol con protección UV, gorra y ropa de manga larga y fácil transpiración. 
  • Evitar la exposición directa en menores de 3 años y utilizar protectores solares específicos para niños y que sean resistentes al agua.
  • Extremar la precaución en zonas sensibles, como labios, empeines, hombros, orejas o calva.

Cumplir estas sencillas pautas permitirá disminuir la aparición de lesiones o daños de la piel, como las quemaduras y el envejecimiento intenso. Además, el farmacéutico es el profesional adecuado al que acudir en caso de duda, ya que este puede evaluar el fototipo de piel del paciente, su edad, las actividades que realiza o si está tomando medicamentos fotosensibles, para recomendar el producto más adecuado y enseñar su adecuada aplicación o promover hábitos de protección más allá de las cremas.