La mascarilla sigue siendo recomendable en pacientes vulnerables

El Boletín Oficial del Estado ha publicado hoy la orden que recoge el acuerdo del Consejo de Ministros por el que se declara la finalización de la pandemia de COVID-19 y, con ella, la obligatoriedad del uso de las mascarillas en los espacios en los que se había decretado: 

• Hospitales.
• Centros de salud.
• Farmacias.

Sin embargo, su utilización se considera altamente recomendable para proteger a la población vulnerable y se recomienda su uso especialmente en casos de personas con síntomas. Según el texto del acuerdo, “los centros sanitarios son ámbitos de especial vulnerabilidad en los que la pandemia ha mostrado la necesidad de reforzar el uso de la mascarilla en determinados contextos y situaciones, en particular:

• Por las personas sintomáticas cuando estén en centros compartidos.
• Por los y las profesionales que atienden casos sintomáticos.
• Por las personas que trabajan en Unidades de Cuidados Intensivos y en Unidades con pacientes vulnerables siguiendo las recomendaciones de control de infección aconsejadas por los Servicios de Medicina Preventiva y Prevención de Riesgos Laborales según la valoración del riesgo en cada centro sanitario.
• En las Urgencias hospitalarias o de atención primaria, incluida la sala de espera”.

El Acuerdo del Consejo de Ministros insta a la ciudadanía y a las autoridades sanitarias a mantener la cultura de responsabilidad adquirida en los últimos años y a seguir utilizando mascarillas y otras medidas higiénicas ante la presencia de síntomas de infección respiratoria.

En este sentido, el ministro de Sanidad aclaró ayer que sí sigue siendo obligatorio “en los quirófanos y UCIs de los hospitales”.

Por otra parte, hay que recordar que conforme la Ley 16/1997 de Regulación de Servicios de las Oficinas de Farmacia, “las oficinas de farmacia son establecimientos sanitarios privados de interés público”, por lo que habría que tener en cuenta la recomendación de uso de la mascarilla ante pacientes con síntomas.

En este contexto, el acuerdo publicado en el BOE hace una precisión para el caso de los centros residenciales de personas mayores y personas con discapacidad, en los que “se considera necesario tomar precauciones adicionales en caso de aparición de síntomas en trabajadores, residentes o visitantes, para evitar brotes”.

Promoción de la vacunación y vigilancia

La vacunación frente a la COVID-19 y otros microorganismos causantes de infección respiratoria será la piedra angular de esta nueva etapa. Así, el Ministro de Sanidad apuntó la “importancia” de la vacunación con las dosis de recuerdo y ha anunciado que está prevista “una nueva campaña de vacunación para mayores de sesenta años en el mes de octubre”.

Para fortalecer la vigilancia integrada de infecciones respiratorias agudas de una manera sostenible, se debe mantener un sistema de vigilancia centinela que integre el seguimiento de la infección respiratoria aguda tanto en atención primaria como en atención hospitalaria y que incluya al menos la vigilancia de gripe, COVID-19 y el Virus Respiratorio Sincitial.

Se establece la conveniencia de fortalecer el marco estratégico de preparación y respuesta frente a emergencias sanitarias, para lo que ha de impulsarse el desarrollo del Sistema de Alerta Precoz y Respuesta Rápida de la Red Estatal de Vigilancia en Salud Pública, enmarcado en la Estrategia de Salud Pública 2022. Para ello, establece como fundamental seguir manteniendo una reserva estratégica sanitaria y mantener los mecanismos de gobernanza compartida, así como reforzar los recursos humanos.