La demanda de tests COVID en farmacias crece un 367% desde el comienzo del verano

El COVID, al igual que la gripe, es un virus capaz de mutar, cambiando las instrucciones de la proteína de la espícula, con el fin de poder infectar a la mayor cantidad de huéspedes. Es por ello, que en los calendarios de vacunación se plantean recordatorios anuales para que, de cursar una infección, esta se desarrolle de manera leve. 

A pesar de ello, todavía es pronto para determinar si el COVID será un virus estacional al igual que la gripe. Sin embargo, según los datos proporcionados por el Instituto de Salud Carlos III y la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica en el último informe sobre la Situación de COVID-19 en España, podemos observar períodos en los que la infección repunta:

 

 

Según datos del informe proporcionado por el ISCIII CNE y RENAVE, a través de estos datos se observan repuntes en los periodos vacacionales, con mayor incidencia en los meses cercanos a Navidad y verano, épocas en las que la población tiende a salir y exponerse más a multitudes ajenas. 

Con estos datos sobre la mesa, parece lógico el crecimiento acontecido en los meses de julio y agosto. Aunque comunidades como Madrid, Extremadura o Cataluña hayan notado el repunte, estas serían en las que mayor incidencia se ha encontrado: 

• En Navarra se han triplicado los casos en la región, con un aumento del 988%. Estas cifras coinciden con la celebración de los Sanfermines.
• En el País Vasco han aumentado los casos en un 204%, con 306 positivos semanales y aumentando hasta cuatro veces las hospitalizaciones. Coincide con las fiestas de la Virgen Blanca de Vitoria-Gazteiz, donde miles de personas se reúnen para el famoso “Chupinazo”.
• En la Comunidad Valenciana, uno de los destinos vacacionales preferidos por los españoles, los casos han aumentado en un 174%.

Una situación que ha derivado como consecuencia inmediata en un aumento de la demanda de test COVID por parte de las farmacias. Según datos proporcionados por Cofares, en agosto se demandaron un 306% más de tests respecto al mes anterior y hasta un 367% más que en junio.

Por otro lado, estos niveles de demanda solo se pueden comparar con los de los meses de noviembre y diciembre del mismo año, antesalas de diferentes festividades autonómicas y nacionales, incluida la Navidad.

¿Qué pasa con los síntomas a largo plazo?

Se estima que entre el 10% y el 15% de las personas que han sufrido COVID acaban presentando síntomas persistentes como:

• Cansancio o fatiga.
• Malestar general, mental y físico.
• Dificultad para concentrarse (conocido como “neblina mental”).
• Dolor de cabeza, pecho, muscular o estomacal.
• Alteraciones del sueño.
• Mareos al ponerse de pie.
• Sensación de hormigueo.
• Cambios en los ciclos menstruales.
• Ansiedad o depresión.

De todos ellos, se estima que cerca de la mitad de los afectados se encuentra de baja o trabaja con “mucha dificultad” y que solo un 15,6% desarrolla sus funciones laborales con normalidad. Estos datos fueron proporcionados por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), quienes han trabajado con colectivos afectados para desarrollar la Encuesta de seguimiento de sintomatología de Covid persistente.

Por suerte, la comunidad científica ya está evaluando posibles tratamientos para la enfermedad. Concretamente, desde la Universidad de Oxford se han publicado resultados de un estudio en Fase II de un posible tratamiento experimental para la fatiga producida por el COVID persistente. Este fármaco recibe el nombre de AXA1125 el cual ha demostrado mejorar significativamente la condición de quien sufre esta patología. El estudio se desarrolló a través de un estudio “doble ciego”, lo que quiere decir que ni los encuestados ni los desarrolladores involucrados conocen a qué pacientes se les entregó el principio activo y a cuales el placebo. Tras completar la prueba, todos los que tomaron el principio activo mejoraron sus niveles de fatiga así como su resistencia física.