El farmacéutico, clave en la detección temprana del síndrome de ovario poliquístico
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El farmacéutico, clave en la detección temprana del síndrome de ovario poliquístico
Síntomas como acné, irregularidades menstruales o hirsutismo pueden alertar al farmacéutico sobre un posible SOP.
Publicado: 26 mayo 2025
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es un trastorno hormonal que afecta a entre el 5% y el 7% de las mujeres en edad fértil. No obstante, a pesar de su alta prevalencia, continúa siendo una patología ampliamente infradiagnosticada, en parte por la inespecificidad de sus síntomas y por la persistencia de mitos y desinformación. En este contexto, la figura del farmacéutico comunitario cobra una especial relevancia como agente de salud capaz de detectar signos de alerta y orientar a las pacientes hacia un diagnóstico adecuado.
El SOP no se manifiesta de forma homogénea en todas las mujeres. Puede presentarse con acné severo, caída de cabello, exceso de vello corporal (hirsutismo), irregularidades menstruales o dificultades para concebir. Estos síntomas, que muchas veces no se relacionan de inmediato con un problema endocrino, son motivo frecuente de consultas informales en el entorno de la farmacia, lo que posiciona al farmacéutico como un interlocutor privilegiado en la detección precoz.
El SOP puede presentarse con acné severo, caída de cabello, exceso de vello corporal, irregularidades menstruales o dificultades para concebir
Además de su función como dispensador de medicamentos, el farmacéutico está capacitado para ofrecer orientación sobre síntomas y derivar a atención médica especializada cuando la situación lo requiere. En pacientes que acuden reiteradamente con quejas relacionadas con el acné o los desarreglos hormonales, se puede sugerir una consulta ginecológica o endocrinológica, basándose en la sospecha fundada de un posible SOP. Este papel de puente con el sistema sanitario resulta especialmente importante si se considera que muchas mujeres conviven con la afección sin saberlo.
El abordaje desde la farmacia también puede incluir información sobre tratamientos no farmacológicos, como cambios en el estilo de vida, control de peso y seguimiento de la salud metabólica, aspectos que según el estudio citado son fundamentales para mejorar la calidad de vida de quienes padecen SOP.
Con un enfoque centrado en la atención cercana, personalizada y accesible, el farmacéutico se convierte en una pieza clave en la detección, orientación y acompañamiento de esta patología compleja y todavía rodeada de tabúes. Su rol como agente de salud va más allá de la dispensación y puede marcar una diferencia real en el bienestar de las pacientes.
