Retener el talento farmacéutico, ingrediente indispensable para lograr una atención de calidad
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A fondo
Retener el talento farmacéutico, ingrediente indispensable para lograr una atención de calidad
Existen diferentes estrategias para que las oficinas de farmacia identifiquen, motiven y conserven a sus profesionales más valiosos fomentando su implicación.

Escrito porRedacción MF
Publicado: 22 septiembre 2025
Para un paciente, la figura del farmacéutico comunitario es, tanto por cercanía como por asiduidad, crucial dentro del primer nivel asistencial y, por eso, deposita su confianza en ella. En esta simbiosis farmacéutico-paciente hay otra dimensión que es la satisfacción del profesional dentro de su entorno de trabajo. Un factor que permitirá que todos los trabajadores se sientan parte de un proyecto común para crear las condiciones idóneas que permitan atender a sus pacientes de la mejor manera posible.
Identifica el talento desde el principio
Contar con un equipo fuerte requiere una selección adecuada del personal. Para esta labor, puede resultar útil elaborar perfiles por escrito que destaquen competencias clave, desde las características técnicas hasta la capacidad de responsabilidad y habilidades interpersonales que faciliten el trato con colegas y clientes.
Realizar entrevistas estructuradas y conocer que los valores de los candidatos son compatibles con el carácter que se desea establecer en la farmacia contribuye desde un comienzo a:
- Reforzar principios clave
- Reducir rotaciones futuras
- Aumentar la identificación con el proyecto
Los trabajadores bien formados percibirán las transiciones como oportunidades y no como amenazas
Motiva y forma constantemente
La formación de los empleados aporta conocimientos, genera motivación, fomenta el sentido de pertenencia y afina el rendimiento. En función de las necesidades de la oficina de farmacia resulta conveniente actualizar el saber en áreas sanitarias, gestión, idiomas o servicios emergentes
Ofrecer cursos externos, talleres internos o programas de mentoría y especialización permite que los integrantes de la plantilla desarrollen su carrera profesional. Además, conviene premiar estas iniciativas y celebrar cualquier avance para reconocer sus logros y esfuerzos.
Haz que forme parte de los planes
Por otro lado, los miembros del equipo de la farmacia se sienten integrados cuando se les hace partícipes de los planes estratégicos, al definir juntos dónde se quiere llegar, qué servicios se van a ofrecer y qué ajustes estructurales o de atención al público se pretenden.
Asimismo, la autoestima de cada empleado se refuerza si dispone de un plan de carrera individualizado con posibilidades de crecimiento profesional, con reuniones cara a cara en las que se aborden sus puntos fuertes o aspectos a desarrollar en las que pueden aportar su opinión para que sean conscientes de que su criterio importa.
En esta línea, reconocer la labor de los trabajadores de forma tangible y sincera es fundamental para mantener buen ambiente en la oficina de farmacia:
- Entregar incentivos económicos
- Elogiar los logros en público y en privado
- Destacar las pequeñas aportaciones
- Visibilizar las buenas ideas
Apuesta por la conciliación familiar
Apoyar la conciliación también es un factor estratégico de retención: permitir horarios y turnos flexibles o una reducción de jornada si la situación familiar lo requiere, aprobar permisos o adaptarse a requisitos establecidos legalmente. Estas y otras medidas incrementan el bienestar personal, reducen el absentismo laboral y construyen lealtad.
El feedback debe ser recíproco para que todos los empleados se involucren en el funcionamiento de la oficina de farmacia
Atento a las señales de agotamiento
Es indispensable estar alerta ante síntomas de agotamiento de los empleados, como la pérdida de energía, frustración frecuente, desmotivación, aumento de los errores, insomnio o malestar físico, entre otros.
Cuando aparezcan estas señales de burnout hay que actuar con rapidez: conversar con la persona afectada, revisar su carga de trabajo, redistribuir tareas, aumentar descansos, rotar funciones e, incluso, aportar apoyo psicológico, si es necesario.
Preparados para los cambios
El entorno sanitario es cambiante y hay que adaptarse con rapidez a modificaciones normativas, nuevas tecnologías, expectativas diferentes de los pacientes y solicitudes de los empleados.
De este modo, conviene fomentar una cultura laboral que minimice la resistencia al cambio, adapte los procesos con claridad y facilite la adaptación a situaciones novedosas.
En definitiva, conseguir retener el talento farmacéutico en nuestro país es crucial para garantizar un servicio de calidad al paciente propiciado por unos empleados formados, informados y motivados que cuidan la atención y ponen en práctica las habilidades adquiridas mediante una formación continua.