Todo lo que debes saber para resolver las dudas de tus pacientes sobre el VPH en la farmacia
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Detrás del mostrador
Todo lo que debes saber para resolver las dudas de tus pacientes sobre el VPH en la farmacia
El virus del papiloma humano es una infección muy común y causa de distintos tipos de cáncer. Por eso, el cribado, las vacunas y la educación sanitaria son fundamentales para prevenirlo.

Escrito porRedacción MF
Publicado: 08 octubre 2025
El virus del papiloma humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más común, hasta el punto de que el 80% de los hombres y mujeres no vacunados activos sexualmente lo contraen en algún momento de sus vidas. Pero este no siempre se manifiesta y queda latente en el cuerpo, pudiendo contagiarlo a otra u otras personas. Aunque la mayoría de infecciones se resuelven de forma natural entre uno y dos años, entre el 10% y el 15% de los pacientes que se contagian conviven con el virus en el largo plazo.
Ante la magnitud de los problemas que puede llegar a generar el VPH y su alta propagación entre la población, el mostrador de la farmacia es clave para ayudar en diversos aspectos que puedan atenuar las peores consecuencias tras la infección. Entre otras, la aparición de verrugas genitales o distintos tipos de cáncer (cuello de útero, ano, vulva, vagina, pene o garganta). En algunos tumores, como el de cérvix, es prácticamente la principal causa, con el 95% de los casos atribuidos al virus.
¿Por qué es esencial vacunarse?
En la actualidad, la vía más efectiva para prevenir la infección por VPH es la vacunación, más si se administra antes del inicio de las relaciones sexuales. La actual vacuna es la nonavalente, que previene contra los tipos más comunes de desarrollo de cánceres (6, 11, 16, 18, 31, 33, 45, 52 y 58). Las dosis, como recuerda el Ministerio de Sanidad, se pueden adquirir con receta médica.
Aunque en nuestro país ninguna vacuna es obligatoria por ley, la recomendación es atenerse al calendario vacunal en niñas y niños a los 12 años. También en personas no vacunadas hasta los 18 años inclusive y, por último, en adultos de hasta 45 años que presenten perfiles de riesgo como hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres; personas en situación de prostitución; aquellas con síndrome WHIM (verrugas, hipogammaglobulinemia, infecciones y mielocatexis); infectados con VIH; trasplantados de órganos sólidos o de progenitores hematopoyéticos y mujeres que hayan recibido tratamiento por lesión intraepitelial de alto grado de cérvix, a las que se vacunará sin excepción.
Por otra parte, las autoridades recuerdan que no se debe administrar la vacuna frente a VPH a quienes han tenido una reacción alérgica grave (como anafilaxia) a vacunas frente a VPH anteriormente inyectadas o a algún componente de la propia vacuna.
En cualquier caso, Sanidad recomienda no vacunarse durante el embarazo por falta de evidencia científica al respecto, aunque recalcan que “por el momento” no hay evidencia de que haya causado daños cuando se ha administrado a mujeres que no sabían que estaban embarazadas en el momento de la vacunación. Por el contrario, no existen contraindicaciones para administrarla durante la lactancia.
Además, la vacuna frente a VPH también es efectiva en personas sexualmente activas, aunque en menor proporción, pero permite prevenir la infección por tipos de papilomavirus con los que no se haya tenido contacto.
¿Cribado, sí o no?
En línea con lo expuesto por Sanidad, se recomienda realizar el cribado aunque no se haya recibido la vacuna frente a VPH. Esto se debe a que las vacunas no protegen frente a todos los tipos del virus, de los que se han descrito entre 100 y 150 tipos de la familia Papillomaviridae, mientras que la actual vacuna que se utiliza en España inmuniza frente a 9 variantes. Y, tampoco frente a otras causas no relacionadas con el VPH.
En el cribado de cáncer de cérvix, el programa diseñado por el Ministerio ha demostrado la disminución de la mortalidad de la enfermedad por VPH en mujeres. En este contexto, el profesional farmacéutico es clave para, en su labor de educación sanitaria, incitar a los pacientes a participar en los cribados, pues la detección precoz es fundamental.
Medidas profilácticas clave
Además de la vacunación, existe otra medida para la prevención de la infección por el virus del VPH y sus consecuencias, incluido el cáncer: el uso del preservativo y otros métodos barrera, que reducen el riesgo de infección pero no son completamente eficaces. Se trata de una acción coste-efectiva y las autoridades sanitarias recomiendan “totalmente” que se utilice, pues previene otras infecciones de transmisión sexual como el VIH, sífilis o gonorrea.