¿Puedo infectarme con enfermedades de transmisión sexual usando máquinas del gimnasio?

En la era digital, las redes sociales se han convertido en una fuente principal de información para muchas personas. Sin embargo, no todo lo que circula en estas apps es cierto y hay que tener especial cuidado con las fake news. En las últimas semanas, se ha propagado un rumor inquietante, y es la posibilidad de contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS) a través del simple uso de máquinas del gimnasio.

Pero antes de saber si esto es cierto hay que aclarar que las ETS son infecciones que se transmiten principalmente a través del contacto sexual, de ahí su nombre. Las bacterias, virus y parásitos son los principales agentes infecciosos que causan estas enfermedades, donde las más comunes son el VIH, la sífilis, la gonorrea, el herpes genital y el virus del papiloma humano (VPH).

La transmisión de las ETS generalmente requiere contacto directo entre las membranas mucosas, intercambio de fluidos corporales, o a través de heridas abiertas. Las formas más comunes de transmisión incluyen:

• Relaciones sexuales sin protección.
• Contacto directo con heridas, llagas o secreciones infectadas.
• Uso compartido de agujas o equipos de inyección.

¿Puedo contagiarme en el gimnasio?

La respuesta es no. Los patógenos responsables de las ETS, como el VIH, el VPH y la gonorrea, no pueden sobrevivir por períodos prolongados fuera del cuerpo humano. La mayoría de estos microorganismos necesitan un ambiente cálido y húmedo para mantenerse vivos, algo que no proporcionan las superficies de las máquinas del gimnasio.

En cuanto al modo de transmisión, como se ha mencionado anteriormente, las ETS requieren un contacto que permita la transferencia de fluidos corporales infectados o contacto directo con lesiones. Las máquinas de gimnasio, aunque pueden estar contaminadas con sudor o secreciones no visibles, no ofrecen las condiciones necesarias para la transmisión de estas infecciones.

Además, los gimnasios suelen seguir protocolos de limpieza rigurosos que incluyen el uso de desinfectantes para limpiar las máquinas y equipos después de cada uso. No hay que olvidar que los usuarios tienen la responsabilidad de limpiar los equipos antes y después de su uso, lo que minimiza aún más cualquier riesgo de transmisión de enfermedades, más comunes como infecciones bacterianas o virales comunes.

Riesgos reales en el gimnasio

Aunque el riesgo de contraer ETS en un gimnasio es prácticamente inexistente, existen otros tipos de infecciones que sí que pueden ser un problema en estas instalaciones. Entre ellas:

• Infecciones por Estafilococos (MRSA): Estas bacterias pueden vivir en superficies y causar infecciones cutáneas.
• Hongos: Infecciones como el pie de atleta se pueden contraer en duchas y áreas húmedas.
• Virus del resfriado y gripe: Estos pueden propagarse a través del contacto con superficies contaminadas y posteriormente tocarse la nariz o la boca.

Como farmacéuticos, es importante educar desde el mostrador sobre la importancia de creer en información verificada y científica. Aunque las ETS no se pueden contraer mediante el uso de máquinas del gimnasio, lo mejor es extremar las precauciones para evitar otro tipo de infecciones. Para ello, lo mejor es limpiar antes y después de cada uso las máquinas y lavarse bien las manos después de finalizar el entrenamiento.