La formulación magistral, uno de los pilares de la farmacia comunitaria que refuerza su valor asistencial

La formulación magistral (FM) permite preparar medicamentos ‘a la carta’ para pacientes concretos siguiendo prescripciones facultativas detalladas. Son preparados que realiza un farmacéutico o alguien bajo su supervisión para cumplir las normas técnico-científicas y de calidad exigidas.

Aunque los medicamentos industriales dominan el mercado, la dispensación de fórmulas magistrales mantiene un lugar esencial en la farmacia comunitaria. De hecho, permite adaptar dosis, excipientes, formas farmacéuticas u omitir componentes cuando los preparados comerciales no se ajustan a las necesidades individuales para cumplir el paradigma de medicina personalizada.

Ventajas terapéuticas y asistenciales

Entre los beneficios que ofrece la formulación magistral, sobresale la cobertura de lagunas terapéuticas en casos de fármacos poco comunes, retirados del mercado o en desabastecimiento, garantizando así que algunos pacientes continúen accediendo a tratamientos esenciales.

También, al personalizar las dosis, vía, forma farmacéutica, composición o excipientes, esto permite ajustarse a condiciones especiales del paciente: alergias, intolerancias, tratamientos pediátricos o geriátricos, patologías raras…

Y, entre los principales aspectos positivos, está la mejora de la adherencia y la seguridad. Con la personalización y el seguimiento adecuados se facilita que el paciente use el medicamento de manera correcta, se optimiza la eficacia y se minimizan los errores.

Además, la filosofía detrás de la formulación magistral se alinea con la tendencia creciente de la medicina individualizada, en la que el medicamento se adapta al paciente y no al contrario.

La formulación magistral supone un servicio profesional farmacéutico de alto valor cuando se gestiona con rigor, seguridad y atención al paciente

Para que la formulación magistral cumpla su función, la farmacia debe garantizar un proceso completo que pasa por evaluar la prescripción con un análisis riguroso de datos clínicos, padecimiento, pauta, alergias u otras particularidades. Además, se debe elaborar el preparado conforme a la normativa vigente: control de calidad, trazabilidad de materias primas, conservación, etiquetado y almacenamiento; así como proporcionar información al paciente, oral y escrita, sobre uso, conservación y pautas terapéuticas, asegurando que el medicamento individualizado se utilice de forma segura y eficaz.

De esta manera, la formulación magistral se incorpora como un servicio profesional farmacéutico integral, que refuerza el valor asistencial de la farmacia comunitaria y refuerza la confianza del paciente en ese lugar como espacio de salud.

Hacia una implantación mayor

A pesar de sus ventajas, la formulación magistral sigue siendo un recurso infrautilizado. La abundancia de medicamentos industriales y ciertas dudas sobre la calidad, regulación o complejidad de los procesos han contribuido a su relegación.

Sin embargo, la regulación existente proporciona un marco seguro: la formulación magistral está reconocida legalmente, con exigencias de buen hacer, control de calidad, trazabilidad y seguridad similares a las de los medicamentos industriales.

Con inversión en formación y equipamiento, así como con los protocolos adecuados, la farmacia comunitaria puede emplear la formulación magistral como servicio de valor añadido para responder a las necesidades clínicas reales, mejorar la atención al paciente y contribuir a la sostenibilidad del sistema sanitario.

Se alinea con la tendencia creciente de la medicina individualizada, en la que el medicamento se adapta al paciente

La formulación magistral representa una oportunidad para relanzar una de las funciones más tradicionales, profesionales y terapéuticas de la farmacia comunitaria: ofrecer un tratamiento individualizado cuando los fármacos industriales no cubren las necesidades específicas del paciente. Para quienes ejercen en la farmacia, integrarla como servicio profesional puede suponer una profunda mejora asistencial, terapéutica y de valor profesional.