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Valorar, explicar, acompañar: el farmacéutico ante el consumo responsable de complementos alimenticios

Ante el auge de los complementos alimenticios, el farmacéutico desempeña un papel esencial en la orientación del paciente, garantizando un uso seguro, racional y adaptado a cada necesidad individual.

Valorar, explicar, acompañar: el farmacéutico ante el consumo responsable de complementos alimenticios

Escrito porRedacción MF

Publicado: 02 julio 2025

El creciente interés por la salud preventiva y el autocuidado ha disparado el consumo de complementos alimenticios en los últimos años. Desde vitaminas y minerales hasta extractos vegetales o probióticos, estos productos han ganado presencia en la rutina de muchos pacientes. En este contexto, el farmacéutico se consolida como una figura clave, no solo en la dispensación, sino en la educación sanitaria y el acompañamiento del paciente para garantizar un uso verdaderamente responsable.

El primer paso en este proceso es la valoración individualizada. El farmacéutico debe ayudar al paciente a entender que los complementos no están indicados para todo el mundo, y que su uso debe responder a una necesidad concreta, basada en factores como la alimentación, el estilo de vida, posibles deficiencias nutricionales, enfermedades crónicas o el tratamiento farmacológico en curso. Esta evaluación permite identificar cuándo un complemento puede ser beneficioso y, sobre todo, cuándo no es necesario o incluso puede resultar contraproducente.

Es fundamental advertir sobre posibles efectos adversos o interacciones con otros productos

Una vez establecido que el uso del complemento está justificado, el farmacéutico debe explicar de forma clara y adaptada la composición del producto, su modo de administración, la dosis recomendada y la duración del tratamiento. También es fundamental advertir sobre posibles efectos adversos o interacciones con otros productos, así como desmentir falsas creencias que siguen muy extendidas, como la idea de que estos productos son “naturales” y, por tanto, inocuos.

Otro de los grandes retos en este ámbito es prevenir el uso simultáneo e indiscriminado de varios complementos sin supervisión profesional. El farmacéutico debe advertir sobre los riesgos de estas prácticas, especialmente en pacientes polimedicados, personas mayores, embarazadas o en aquellos con enfermedades previas. La combinación inadecuada de suplementos o su uso junto a medicamentos puede derivar en duplicidades de ingredientes, efectos secundarios o pérdida de eficacia terapéutica.

Además, es responsabilidad del farmacéutico recomendar productos de calidad, con una trazabilidad garantizada y adquiridos en canales regulados. Ante la proliferación de suplementos adquiridos por internet o fuera del circuito sanitario, es necesario reforzar el mensaje de que la seguridad y eficacia de estos productos solo puede asegurarse a través de proveedores de confianza, como la oficina de farmacia.

La cercanía, clave

Por último, el acompañamiento es una parte esencial del consejo farmacéutico. No basta con entregar el producto e informar sobre su uso: es necesario hacer seguimiento, interesarse por la evolución del paciente, resolver dudas que puedan surgir durante la toma y actuar ante cualquier efecto adverso. Esta cercanía profesional no solo refuerza la seguridad, sino que mejora la adherencia y favorece resultados positivos en salud.

En un entorno marcado por la sobreoferta, la desinformación y el acceso fácil a productos sin control, el farmacéutico es un agente imprescindible para proteger la salud pública. Valorar, explicar y acompañar son pilares del ejercicio responsable de su labor sanitaria frente al auge de los complementos alimenticios.