Impacto del consumo elevado de carne roja en la salud del colon

El cáncer colorrectal se ha convertido en uno de los principales desafíos de salud pública en España. Y es que, solo en 2024 se diagnosticaron 41.167 nuevos casos, convirtiéndose en el tumor más diagnosticado en el país, según datos del Observatorio del Cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer.

Ante esta situación, los oncólogos y gastroenterólogos destacan la importancia de fomentar la prevención, con especial atención en los factores derivados de la alimentación que están relacionados con esta enfermedad.

Relación entre carne roja y cáncer colorrectal

La carne roja es la que proviene de especies como vacuno, cerdo, cordero, cabra y caballo, entre otras. Aunque se trata de una fuente importante de proteínas, hierro, zinc y vitaminas del complejo B, su consumo excesivo se ha relacionado con problemas cardiovasculares y con ciertos tipos de cáncer, destacando el colorrectal.

Son varias las investigaciones epidemiológicas que han observado una relación entre el consumo habitual y elevado de carne roja y un mayor riesgo de desarrollar cáncer de colon. Aunque los mecanismos biológicos aún no se comprenden totalmente, los científicos consideran que esta asociación podría explicarse por la interacción entre la microbiota intestinal y ciertos productos de la digestión de la carne. Esta interacción generaría compuestos con potencial carcinogénico durante el proceso metabólico. Y en contacto prolongado con la mucosa intestinal, podrían provocar alteraciones genéticas que favorecen la aparición de este tipo de cáncer.

Factores de riesgo asociados al cáncer de colon

Además del consumo de carne roja, existen otros elementos que pueden influir en la aparición del cáncer colorrectal:

• Edad: La mayoría de los casos se detectan entre los 65 y 75 años, con un riesgo intermedio en edades entre 50 y 65.
• Genética: Mutaciones heredadas pueden aumentar el riesgo.
• Antecedentes médicos: Presencia previa de pólipos, enfermedades inflamatorias intestinales como la colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn.
• Estilo de vida: Obesidad, sedentarismo, tabaquismo y consumo elevado de alcohol son factores que contribuyen a su aparición.
• Dieta: Dietas ricas en grasas y pobres en fibra potencian el desarrollo de este tipo de cáncer.

Recomendaciones desde el mostrador para reducir la ingesta cárnica

Desde el mostrador, se puede ayudar a difundir información y resolver dudas de los pacientes que acuden a la farmacia. Estas son algunas de las recomendaciones que pueden dar los farmacéuticos:

• Reducir el consumo de carne roja: No se aconseja su eliminación total, pero sí limitar la ingesta a 2-3 veces a la semana.
• Evitar la carne procesada: Está clasificada como carcinógena por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), aquí se incluyen las salchichas, el embutido procesado…
• Fomentar una dieta equilibrada: Alta en fibra, frutas y verduras, que favorezcan una microbiota intestinal saludable.
• Promover estilos de vida saludables: Promover la actividad física, el control del peso y la reducción de factores de riesgo como el tabaquismo y el alcohol.
• Alternativas: Desde la farmacia, podemos promover el consumo de otras fuentes de proteínas, como las legumbres, el pescado, el huevo, las setas e incluso, la “carne blanca”.